Carlitos está deseoso de llegar a pasar el verano con sus abuelos cocolos. En el batey de San Pedro de Macorís podrá jugar pelota con sus amigos, salir a coger cangrejos con Papá Viejo y, lo que más le gusta, entrar a la cocina de Mamá Ñola, con sus ollas burbujeantes, sus ingredientes misteriosos y sus irresistibles sabores. Panecicos de yuca, chivo guisado, mondongo, arroz con lentejas, domplines, todo se prepara en su maravillosa cocina. Aunque el abuelo dice que cocinar es cosa de mujeres, Carlitos sueña con que algún día será un gran cocinero... ¿o será pelotero?
En el corral de la abuela Catalina, las gallinas Criolla, Pinta y Jabada pasan sus días cacareando y poniendo huevos. Un día llega la gallina Japonesa; tiene un cuello largo y delgado, y penacho de plumas alborotadas. Su aspecto despierta las burlas de las demás. Japonesa, triste y solitaria, busca refugio fuera del gallinero. Sin embargo, una noche oscura de feroz tormenta ella salvará de un peligro mortal a las demás.
Danielito sale a buscar una iguana, para exhibirla o venderla, y así ganar algún dinerito para él y su familia. En el camino tendrá un encuentro con Zaratustra, un viejo muy extraño, y sus planes cambiarán por completo. Se trata de una fantástica y creativa historia sobre las iguanas y su conservación.