La increíble experiencia de un viaje a Bhutan, el país que cuenta con el índice más elevado de felicidad, es el origen del nuevo libro del Dr. Mario Alonso Puig. Un recorrido a través de los conceptos más importantes para conseguir tanto la ansiada felicidad como la salud y el bienestar en general, gracias al cual el lector conocerá increíbles historias y anécdotas de los habitantes de este fascinante país. La felicidad está al alcance de todos, pero hay que trabajar y concienciarse para conseguirla y disfrutarla.
La felicidad está al alcance de todos, pero hay que trabajar y concienciarse para conseguirla y disfrutarla.
En Tus tres superpoderes para lograr una vida más sana, próspera y feliz el doctor Mario Alonso Puig nos descubre, con una sólida base científica, las prácticas para cuidar la salud del cuerpo, la mente y el alma:
Fomentar la salud es en sí la mejor prevención de cualquier enfermedad.
Saber enfocar la mente para que no nos anule, sino que nos ayude, es básico si queremos disfrutar de un extraordinario nivel de bienestar y prosperidad.
Cultivar el alma mediante la trascendencia del propio ego y sus pulsiones nos permite reconectar con una fuerza que todo lo puede.
El estado de salud es un estado natural, y los medios para lograrlo están dentro de las posibilidades de cada uno.
¿Tienes la sensación de estar desbordado por la existencia? ¿Paralizado por compromisos -afectivos, laborales...- que ya no te satisfacen? ¿Dominado por complejos de culpa o inseguridad? No proyectes tu insatisfacción en otros: la causa está en ti, en las «zonas erróneas» de tu personalidad que te bloquean e impiden que te realices. En esta obra, el Dr. Wayne W. Dyer muestra dónde se encuentran, qué significan, adónde conducen y cómo podemos superarlas. Esboza un camino para alcanzar la felicidad, un procedimiento que se basa en ser responsable y comprometerse con uno mismo. Y todo contado con la amenidad y sencillez de quien sabe que puede ayudar a los demás a mejorar sus vidas.
Traté de refugiarme en una habitación de unos siete metros cuadrados, no siempre de la misma ciudad. Desde ella se ven los pájaros y sus nidos, también atardecer, nunca la luna. Este lugar, repartido por el mundo, tiene en común una ventana, un espejo, una planta viva y estos huesos. Diferentes vistas, plantas y espejos, pero siempre el mismo hogar: mi cuerpo.
Esto no tiene que ver tanto con la forma como con el fondo: con un alma cansada de luchar contra varios ejércitos despiadados enquistados dentro de ella. De mí. Contra un mundo obscenamente malvado y tímidamente bondadoso, contra la incapacidad de querer y cuidar; contra el miedo, que es lo que lo rompe todo.
Me hice bolita hasta que pude abrir los ojos.
Me arrastré hasta que fui capaz de caminar.
Levantarme ya era una revolución.
Este libro es casi un milagro.
Con talento y mirada sensible, Juan Tonelli reúne historias extraordinarias de gente común para retratar y explorar distintos aspectos y tensiones de nuestra vida cotidiana, recorriendo temas como el miedo, las contradicciones, el dolor, los traumas y carencias que nos condicionan, y todo eso que sentimos y no podemos expresar.
La mayoría de estas historias están escritas en primera persona, tal como fueron relatadas por sus protagonistas: seres lastimados, fantasiosos, aterrorizados, a veces delirantes, que nos permiten reflejarnos como en un espejo y mirar eso que nos ocupa tanto espacio pero no nos animamos a enfrentar.
¿Alguna vez has contado las calorías que consumes? ¿O las horas de ejercicio que haces cada semana? Si te preocupas por llevar una dieta equilibrada y te esfuerzas por incluir la actividad física en tu día a día, ¿no crees que también deberías poder controlar los tóxicos que te rodean?
Cada día estamos expuestos a decenas de miles de sustancias químicas que entran en nuestro organismo sin que nos demos cuenta. Muchas de ellas son imprescindibles para la vida, pero otras nos la perjudican. Están en el aire, el agua, los alimentos que comemos, los productos que usamos…
Acostumbrados a querer un jabón que cada vez limpie más, una crema que huela mejor o una fruta que nunca se oxide, hemos abierto la puerta de nuestro hogar a miles de tóxicos que ponen en riesgo nuestro bienestar y el del medio ambiente.