No one would suspect shy Lily Calloway's biggest secret. While everyone is dancing at college bars, Lily stays in the bathroom. To get laid. Her compulsion leads her to one-night stands, steamy hookups and events she shamefully regrets. The only person who knows her secret happens to have one of his own.
Loren Hale's best friend is his bottle of bourbon. Lily comes at a close second. For three years, they've pretended to be in a real relationship, hiding their addictions from their families. They've mastered the art of concealing flasks and random guys that filter in and out of their apartment.
En Moriré besando a Simon Snow, Simon y sus amigos se dieron cuenta de que todo lo que creían saber sobre el mundo no era como ellos pensaban. En Rebelde, se preguntaron si todo lo que sabían sobre sí mismos era real. Ahora Simon y Baz, y Penelope y Agatha tienen que elegir cómo seguir adelante. Para Simon, eso significa decidir si quiere pertenecer al Mundo de los Magos y cómo afectaría esto a su relación con Baz. Mientras tanto, Baz salta de una crisis familiar a otra, sin poder encontrar el tiempo para hablar con alguien sobre su nuevo conocimiento vampírico. A Penelope le encantaría ayudarlo, pero ha infiltrado un Normal estadounidense en Londres y ahora no sabe qué hacer con él. Y Agatha... Bueno, Agatha ya ha tenido suficiente.
El grupo vuelve a Watford, Inglaterra, con sus familias, para la embarcarse en la aventura más larga y desgarradora de sus vidas.
Este libro es un final. Cuenta secretos, responde preguntas y entierra a los fantasmas. Es un final sobre finales, sobre catarsis y sobre cómo cerrar ciclos. Es un libro para aprender a continuar desde los traumas y las victorias que nos quieren definir.
No te pierdas la tercera entrega de la serie Empíreo, tras Alas de sangre y Alas de hierro.
Tras casi dieciocho meses en el Colegio de Guerra Basgiath, Violet Sorrengail tiene claro que no queda tiempo para entrenar. Hay que tomar decisiones. La batalla ha comenzado y, con enemigos acercándose a las murallas e infiltrados en sus propias filas, es imposible saber en quién confiar.
Ahora Violet deberá emprender un viaje fuera de los límites de Aretia, en busca de aliados de tierras desconocidas que acepten pelear por Navarre. La misión pondrá a prueba su suerte, y la obligará a usar todo su ingenio y fortaleza para salvar lo que más ama: sus dragones, su familia, su hogar y a él.
Aunque eso signifique tener que guardar un secreto tan peligroso que podría destruirlo todo.
Navarre necesita un ejército. Necesita poder. Necesita magia. Y necesitará algo que solo Violet puede encontrar: la verdad.
Pero una tormenta se aproxima… y no todos sobrevivirán a su furia.
—¿Qué crees que está protegiendo ese cerebro que tienes? La guerra ha acabado. Holdfast está muerto. La Llama Eterna se ha acabado. No queda nadie a quien salvar.
Aunque en el pasado era una alquimista con futuro, Helena Marino es ahora una prisionera, de guerra y de su propia mente. Sus amigos y aliados de la Resistencia han sido brutalmente asesinados, sus habilidades, reprimidas, y el mundo que conocía, destrozado.
Tras una larga guerra, la nueva clase dirigente de Paladia, familias corruptas del gremio y nigromantes depravados, cuyos infames no muertos fueron clave para otorgarles la victoria, mantienen cautiva a Helena.
Según los registros de la Resistencia, era una sanadora insignificante de sus filas. Pero Helena sufre de una inexplicable pérdida de memoria que le ha hecho olvidar los meses previos a su cautiverio y que hace preguntarse a sus enemigos: ¿de verdad es tan insignificante como parece o su pérdida de memoria esconde alguna pieza clave sobre la última táctica de la Resistencia?
Para descubrir los recuerdos enterrados en el fondo de su mente, envían a Helena al Sumo Inquisidor, uno de los nigromantes más poderosos y despiadados de este nuevo mundo. Atrapada en su mansión derruida, la lucha de Helena (la de proteger su historia perdida y la de preservar los últimos jirones de su persona) apenas ha comenzado, pues su cárcel y carcelero esconden sus propios secretos… Secretos que Helena debe desvelar, cueste lo que cueste.
-¿Qué crees que está protegiendo ese cerebro que tienes? La guerra ha acabado. Holdfast está muerto. La Llama Eterna se ha extinguido. No queda nadie a quien salvar.
Helena Marino, alquimista prometedora en el pasado, es ahora una prisionera, de la guerra y de su propia mente. Sus amigos y aliados de la Resistencia han sido brutalmente asesinados, sus habilidades, reprimidas, y el mundo que conocía, destrozado.
Trasuna larga guerra, la nueva clase dirigente de Paladia, familias corruptas del gremio y nigromantes depravados, cuyos infames no muertos fueron clave para otorgarles la victoria, mantienen cautiva a Helena.
Según los registros de la Resistencia, era una curandera insignificante de sus filas. Pero Helena sufre una inexplicable pérdida de memoria que le ha hecho olvidar los meses previos a su cautiverio y que les hace preguntarse a sus enemigos: ¿De verdad es tan insignificante como parece o su pérdida de memoria esconde alguna pieza clave sobre la última táctica de la Resistencia?
Para descubrir los recuerdos enterrados en el fondo de su mente, envían a Helena al Inquisidor Supremo, uno de los nigromantes más poderosos y despiadados de este nuevo mundo. Atrapada en su mansión derruida, la lucha de Helena por proteger su historia perdida y preservar los últimos vestigios de la persona que era apenas ha comenzado, pues su cárcel y carcelero esconden sus propios secretos… Secretos que Helena debe desvelar, cueste lo que cueste.
Una nueva app está acorralando a la élite del instituto Bayview para estudiantes de perfil elevado. Las filtraciones de la vida privada de los estudiantes corren como la pólvora por la nueva red social creada por Simon Kelleher, alumno de la misma institución.
Pero la cosa se pone muy seria cuando Simon es asesinado justo delante de sus víctimas. Los cuatro cabecillas de la «crème de la crème» estudiantil se convierten en sospechosos directos del asesinato.
¿Qué secretos guardarían para arriesgarse a acabar con Simon?
¿Quién será el culpable?