ES 1990 EN NUEVA YORK, Y LAS VIDAS DE DOS CHICOS EN PLENA CRISIS SE CRUZAN POR CASUALIDAD Y CAMBIAN PARA SIEMPRE.
Adam es un fanático del cine, tiene diecisiete años y un chico muy guapo lo acaba de invitar a salir. ¡Su primera cita! Con el corazón a mil, Adam acepta y se enamora de Callum, como pasa en las películas.
Ben está obsesionado con la moda, tiene dieciocho años y se ha ido de casa después de que su madre descubriera su colección de revistas gays. Pero, al llegar a Nueva York, Ben empieza a sentir su sexualidad menos como un secreto y más como una insignia de honor.
Entonces Callum desaparece y deja a Adam con el corazón roto, y Ben descubre que el mundo que acaba de descubrir no es tan abierto de mente como pensaba. Cuando Adam por fin encuentra a Callum, se entera de que el chico al que ama está muy enfermo. Y, en un encuentro casual cerca del hospital donde Callum está ingresado, Ben y Adam se conocen. Cuando ambos empiezan a abrirse a las posibilidades del amor y la vida queer, se dan cuenta de que, a veces, las únicas personas que pueden ayudarnos son las que nos ven tal y como somos, en todo nuestro esplendor, por caótico que sea.
Además de una carta de amor a Nueva York y al poder liberador de la amistad queer, Cuando me llamas por mi nombre es una novela conmovedora y esperanzadora sobre los momentos cruciales de nuestra juventud que nos rompen el corazón y las personas que vuelven a unir las piezas.
¿Cómo se ignora lo que late en tu interior?
¿Cómo se recupera el rumbo de una vida trazada por una mentira?
Desde muy pequeña, Maya se ha sacrificado en cuerpo y alma por el ballet. Trabaja como solista en la Compañía Nacional de Danza y los ballets más prestigiosos han puesto sus ojos en ella. Sin embargo, un grave accidente acaba con su futuro prometedor.
El único mundo que Maya conoce se ha derrumbado.
Su abuela, que ha guiado cada uno de sus pasos, la culpa por lo sucedido.
La ausencia de su madre pesa más que nunca.
Y un hallazgo fortuito abrirá una profunda herida.
Un viaje inesperado, una chica incompleta y una verdad escondida en una caja de música.
A veces, dejar que suceda es todo lo que necesitas.
¿Y si el amor de tu vida está más cerca de lo que crees?
Kei está desesperado. Se ha comprometido a trabajar en una parada de Sant Jordi con su madre. Odia los libros; para él solo son un montón de hojas de papel sin ningún sentido.
Aidé sigue creyendo en aquellos sueños de papel de los que le habló su abuela. Le encanta perderse entre los puestos repletos de libros en un día tan especial para Barcelona, pero lo último que espera es encontrarse con un italiano engreído que vuelve a despertarle sentimientos enterrados en su piel.
Kei y Aidé no están dispuestos a entenderse, pero el destino hará de las suyas y convertirá su historia en la más bonita de Sant Jordi.
Cuando tu vida pende de un hilo, enamorarte puede ser una condena de muerte.
Nada podría haber prevenido a Violet de que una visita a una galería de arte cambiaría su vida radicalmente. De pronto, encerrada en una mansión con otros once desconocidos, se ve obligada a participar en un juego del que solo podrán escapar mediante un crimen perfecto.
NAILA ES UNA FRACASADA
Mientras todo el mundo progresa en la vida, ella ha perdido la esperanza de encontrarle un sentido a la suya. Deambula sin rumbo, sin una vocación que la guíe. Se considera una persona por definir, construida a medias, y cree que no es lo suficientemente buena en nada.
BRUNO NUNCA FRACASA
Siempre ha tenido muy claro su objetivo: un trabajo cómodo, estable y bien remunerado. Tras mucho esfuerzo, ha logrado lo que deseaba, pero la meta no tiene nada que ver con lo que esperaba. Aun así, abandonar lo que tanto le ha costado conseguir lo haría sentir como un completo perdedor.
A veces, para encontrarse en un laberinto lo mejor es perderse
Cuando las vidas de Naila y Bruno se entrelazan de manera inesperada, todo aquello que creían ser se desmorona. Atreverse a sentir significa compartir con el otro esas partes de sí mismos que evitan mostrar al resto. Puede que la solución sea dejarlas salir, o puede que esta sea la razón por la que todo se venga abajo.
Cuando los sueños se marchitan por el camino,
el amor es el único refugio en el que mantenerlos a salvo.
NAILA ES UNA FRACASADA
Mientras todo el mundo progresa en la vida, ella ha perdido la esperanza de encontrarle un sentido a la suya. Deambula sin rumbo, sin una vocación que la guíe. Se considera una persona por definir, construida a medias, y cree que no es lo suficientemente buena en nada.
BRUNO NUNCA FRACASA
Siempre ha tenido muy claro su objetivo: un trabajo cómodo, estable y bien remunerado. Tras mucho esfuerzo, ha logrado lo que deseaba, pero la meta no tiene nada que ver con lo que esperaba. Aun así, abandonar lo que tanto le ha costado conseguir lo haría sentir como un completo perdedor.
A veces, para encontrarse en un laberinto lo mejor es perderse
Cuando las vidas de Naila y Bruno se entrelazan de manera inesperada, todo aquello que creían ser se desmorona. Atreverse a sentir significa compartir con el otro esas partes de sí mismos que evitan mostrar al resto. Puede que la solución sea dejarlas salir, o puede que esta sea la razón por la que todo se venga abajo.
Cuando los sueños se marchitan por el camino,
el amor es el único refugio en el que mantenerlos a salvo