El 14 de abril de 1955, en el lujoso hotel Crillón de Santiago de Chile, la escritora María Carolina Geel disparó varias veces a su amante y lo mató en el acto. Nunca se conocieron los motivos (hubo quienes dijeron que fue por celos; otros, una forma extravagante de conseguir notoriedad). El crimen fue sonado en la época y le valió a Geel tres años de prisión.
De su estancia en la cárcel (y como ha pasado tantas veces en la historia de la literatura, desde Cervantes hasta Sade, Wilde o Genet), Geel extrajo una ocasión perfecta para escribir, gesto ya de por sí transgresor, pues aunaba la escritura del delito y el delito de la escritura. Más allá de la culpa o la expiación, Geel describe y reflexiona sobre el universo carcelario femenino, un mundo infranqueable y oscuro, en una obra adelantada a su tiempo que mezcla la ficción, el testimonio y la autobiografía, y que resultó de lo más rompedora al hablar de crímenes, de la vida en prisión y del deseo entre mujeres. Por ello, este libro ocupa, por derecho propio, un lugar único en la literatura chilena.
Este libro documenta la historia de los caricaturistas de prensa contemporáneos; y es el necesario homenaje y reivindicación de este oficio, que no atraviesa ahora su mejor momento, pero que sin duda tiene un lugar central en la historia de la prensa.
Once de los mejores profesionales caricaturistas de nuestro país nos muestran aquí su trabajo:
Agustín Sciammarella
Carlos Rodríguez Casado
David García Vivancos
Ernesto Priego Martín
Ivan Mata
Joaquín Aldeguer
María Picassó
Matías Tolsá
Raúl
Thorsten Rienth
Turcios
Esta obra destaca la relación entre la teoría política de Carl Schmitt y sus análisis de las relaciones internacionales y presenta su valoración por sus contemporáneos y autores actuales.