«Lo cierto es que no se camina nada o se camina poco y mal. Se camina sin ver, sin contemplar, sin abandonarse al paseo», constata Edgardo Scott al inicio de este sugerente ensayo. En la era del automóvil, del footing y de las pantallas, el arte de caminar parece en peligro de extinción. Pues caminar es —puede ser— algo más que desplazarse a pie, dar un paso tras otro, ejercitar las piernas por prescripción médica. Como atestigua una larga tradición de escritores, pensadores y artistas a los que Scott convoca, homenajea y sigue en estas páginas llenas de asociaciones canónicas e imprevistas —de san Ignacio de Loyola a Damon Albarn, pasando por Baudelaire, R. L. Stevenson, Borges, Machado y Rosa Chacel—, caminar es una forma de meditación estética y filosófica, de imaginación literaria y política; una forma de escritura y de lectura en movimiento que nos ayuda a descifrar el mundo que nos rodea y también a nosotros mismos.
En Caminar la vida, el reconocido antropólogo vuelve a uno de los temas que más le apasionan para mostrarnos una nueva aproximación, interdisciplinar y muy accesible, a la experiencia del caminar.
Romper con una vida rutinaria en exceso, reencontrar el mundo a través del cuerpo y del contacto con la naturaleza, sorprendernos con pequeños o grandes descubrimientos, o simplemente suspender las preocupaciones de la vida cotidiana durante unas horas, son algunos de los beneficios que nos concede una práctica tan antigua como accesible.
David Le Breton ofrece en este ensayo un nuevo y amplio compendio de legados filosóficos y literarios, desde Basho a Thoreau o Peter Matthiessen, que evocan y explican, en un lenguaje límpido y directo, el significado y las virtudes terapéuticas del caminar en un mundo regido cada vez más por la tecnología, el sedentarismo y la inmovilización.
Un convincente alegato para recuperar el deseo de renovación, de aventura y de reencuentro a través del caminar.
Dios anhela hablar. Es nuestro derecho y privilegio escuchar su voz. Todos nuestros anhelos más profundos pueden encontrar suficiente realización en compañía de Dios. No obstante, de algún modo, el descontento preponderante de la mayoría de cristianos es la falta de intimidad con Dios. Camine con Dios no es como cualquier otro libro que John ya ha escrito sino que atraviesa un año en su vida, mostrando y enseñando cómo puede ser una intimidad familiar con Dios. Enseña a los lectores a tomar decisiones alineadas con la voluntad de Dios, a entender las barreras y los "acuerdos" que los mantienen alejados de la vida que Dios desea que tengan, a librar las batallas espirituales para defender sus propios corazones y los de los demás, y mucho más.