Los retratos oficiales que muestran a las reinas ataviadas con suntuosos vestidos y cubiertas de joyas ocultan unas vidas marcadas por las desdichas y las tragedias personales.
Algunas de ellas se encontraban lejos del trono al nacer, pero consiguieron ceñir la corona por derecho propio y no por matrimonio. Isabel I de Inglaterra, hija de Ana Bolena, pasó de ser una princesa bastarda a dar nombre al glorioso siglo en que reinó; Catalina la Grande no dudó en ponerse al frente de un ejército para derrocar a su esposo y dirigir con mano firme el imperio ruso, mientras que la emperatriz Cixí entró en la Ciudad Prohibida como concubina y gobernó China oculta tras una cortina de seda. Hubo también reinas marcadas por la fatalidad que sobrevivieron en un mundo de intrigas: Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y primera esposa de Enrique VIII, fue una de las soberanas más amadas de Inglaterra. O la infeliz Carlota de México, una joven y culta princesa belga que se convirtió en emperatriz de México y perdió la razón tras el asesinato de su esposo, Maximiliano de Habsburgo.
Déspotas, libertinas, desalmadas, arpías, locas... son solo algunos de los adjetivos que engrosaron la leyenda negra de estas cinco soberanas. Cristina Morató da voz en este libro a las mujeres de carne y hueso que alcanzaron el poder en un mundo de hombres gracias a su inteligencia, valor y fortaleza y nos descubre que los mejores reyes fueron reinas.
En Reír, crecer, vivir, Navajo entrelaza magistralmente lo placentero y lo profundo, infundiendo cada reflexión diaria con humor y perspicacia espiritual. La risa diaria proporcionada por los eventos de la vida real sirve como recordatorio de que la alegría es una parte esencial de nuestro viaje espiritual. Mientras te ríes, también creces, tanto en tu comprensión de las Escrituras como en tu relación personal con Cristo.
José Ribé presenta en esta obra diversos casos clínicos y ofrece un sólido marco teórico que, en un vínculo colaborativo con el paciente, apuesta por una prescripción relacional de la medicación psiquiátrica. Desde hace años la psiquiatría se ha vuelto una disciplina cada vez más desvirtuada. Muchos profesionales se han convertido en simples prescriptores de fármacos y han ido perdiendo así la capacidad de sentir y pensar la relación terapéutica con sus pacientes. La psicofarmacología psicodinámica entiende el fármaco psiquiátrico como un elemento más de la relación terapéutica. Esto le permite valorar los significados y fenómenos relacionales que suscita la medicación. Además, como complemento de un enfoque biologicista, esta integración entre psicofarmacología y psicoanálisis personaliza la prescripción y singulariza al paciente a la vez que permite una mayor eficacia farmacológica, más allá de la mera acción química de la píldora. José Ribé presenta en esta obra diversos casos clínicos y ofrece un sólido marco teórico que, en un vínculo colaborativo con el paciente, apuesta por una prescripción relacional. A través de la exploración del psiquismo y las proyecciones transferenciales del paciente en el fármaco, el psiquiatra puede valorar los mejores resultados en el uso de la medicación.