En Reflexiones sobre la cuestión judía, Sartre define al judío como una especie de producto de la mirada antisemita y reconoce la incidencia que esa mirada del otro ha tenido en la construcción de la identidad judía en la historia. ¿Cómo interpretan los eruditos y los textos de la tradición la furia antisemita de la que son objeto los judíos y que invade al otro de manera crónica? ¿Existe una reflexión judía sobre la cuestión antisemita? ¿Dónde buscar la génesis de un odio antisemita en los textos de la tradición judía? A tales preguntas intenta responder Delphine Horvilleur en este libro, a través de la exégesis de una amplia literatura rabínica y de leyendas judías, para establecer las distinciones fundamentales entre el antisemitismo y los demás racismos.
De este modo, llega a una verdad ancestral sobre ese odio: se les reprocha a los judíos no ser como los demás, y encarnar por eso una extrañeza insoluble y amenazante. La identidad judía es siempre un asunto de separación: cuando el otro encarna la falta y la imposible totalidad, lo odio por amenazar mi integridad.
"Reflexiones sobre la filosofía del hitlerismo" es un artículo aparecido en la revista Esprit, en 1934, poco después del ascenso de Hitler al poder. Como escribió Levinas en un post scriptum de 1990: "El artículo parte de la convicción de que el origen de la sangrienta barbarie del nacionalsocialismo no radica en una anomalía contingente del razonamiento humano, ni en algún malentendido ideológico accidental. Encontramos en este artículo la convicción de que esta fuente surge de una posibilidad esencial del Ómal elemental" a la que puede conducirnos la lógica y contra la que la filosofía occidental no estaba suficientemente pertrechada".
Por primera vez desde el Neolítico tenemos la oportunidad de transformar no solo nuestro sistema alimentario, sino toda nuestra relación con la naturaleza. La agricultura y la ganadería son la principal causa de destrucción del medio ambiente en el mundo, pero apenas se habla de ello. Criticamos la expansión urbana, pero el sector primario ocupa una superficie treinta veces mayor. Hemos arado, vallado y destinado al pastoreo grandes extensiones del planeta, talando bosques, extinguiendo la fauna autóctona y envenenando ríos y océanos para alimentarnos. Regénesis nos presenta un nuevo futuro para la alimentación y la humanidad, con el objetivo de resolver el mayor de nuestros dilemas: alimentar al mundo sin devorar el planeta. A partir de los asombrosos avances de la ecología del suelo, Monbiot muestra cómo ahondar en el todavía escaso conocimiento de la tierra que pisamos podría permitirnos cultivar más alimentos con menos agricultura. Algunas estrategias están ya en marcha: desde el hortelano que ha revolucionado nuestra comprensión de la fertilidad; pasando por las nuevas variedades de cereales perennes, que liberan a la tierra de arados y sustancias químicas tóxicas; hasta los científicos pioneros en nuevas formas de producir proteínas y grasas; todos ellos nos muestran cómo las formas de vida más pequeñas pueden ayudarnos a hacer las paces con el planeta, a restaurar sus sistemas vivos y a que a la Edad de la Extinción le suceda la Edad de la Regénesis.