Por fin un libro sobre ecología que no es un vertedero de información, ni un billete hacia el sentimiento de culpa, ni un sermón a la masa aborregada.
¿No te importa la ecología? Eso es lo que crees. ¿No lees libros de ecología? Este libro es para ti. Este ensayo tiene la intención de darle la vuelta a la ecología y enseñarnos a pensar en ella cuando la naturaleza ha desaparecido. De nada sirve ya la manera actual de entenderla, repleta de pseudodatos que confunden e instalada en el "¿que será de nosotros?".
En el corazón de este ambicioso ensayo hay una crítica radical a la distancia científica con que reflexionamos sobre nuestro entorno: el mundo solo puede ser captado si lo experimentamos. Lo que nos abruma no es el fin de la naturaleza sino los prejuicios sobre el lugar que deberían ocupar los humanos en el mundo. Morton lanza un torpedo a la línea de flotación de la arrogancia antropocentrista mediante analogías memorables entre Kant y Star Wars, Blade Runner, letras de los Talking Heads o el budismo tibetano. No se trata de construir una sociedad más amable con el medioambiente, se trata de cambiar el paradigma de nuestra relación con el mundo.
Nuestra vida está dominada por el reloj corporativo al que muchos de nosotros nos adaptamos. Pero este no fue concebido para las personas, sino para el beneficio de las empresas. Tenemos que adoptar un concepto totalmente nuevo del tiempo: uno que nos dé a nosotros y a nuestro planeta un futuro mejor.
En la sociedad occidental, efectivamente, el tiempo nos genera angustia porque siempre nos parece que falta. Esto es porque el tiempo en el capitalismo es considerado un bien que puede comprarse y venderse. En ¡Reconquista tu tiempo!, Odell cuestiona la ética protestante del trabajo que impera en todo Occidente-, el denominado workaholismo, y lo vincula a la ansiedad que produce la fugacidad temporal. El contrapunto a este culto del trabajo es una cultura del ocio, la creación de espacios públicos, la exploración de «otras temporalidades», alejadas del concepto comercializable actual, el interés por el «tiempo geológico» o el «tiempo ecológico», y las nuevas realidades de vida en común. Es decir, una constatación de la «cronodiversidad».
Sin importar la edad que tengas, la familia de donde provengas o los conocimientos con los que uentas, tarde o temprano tendrás que pasar por situaciones que no son exactamente lo que esperabas enfrentar. Estas circunstancias llegaron sin avisar, sín pedir permiso, para victimizarte, aislarte o hacerte sentir que jamás podrás superarla. ¡No le des el gusto! Porque precisamente el modo en cómo decidas hacerle frente a lo que te acontece es lo que marcará la diferencia entre si terminas rendido o superas tal embate como un sobreviviente. Uno que al ver lo que fue quebrado, no se lamenta por los pedazos sino que se enfoca en lo que puede hacer con ellos.