QUINCE AÑOS DE CONVERSACIONES SOBRE LITERATURA PARA RENDIR HOMENAJE AL HAY FESTIVAL, PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS 2020.
Desde hace más de treinta años, los Hay Festival han reunido a autores y lectores para compartir historias e ideas en actos públicos en todo el mundo, desde las praderas de Gales a las iglesias de Segovia, la ciudad amurallada de Cartagena de Indias o las ciudades de Beirut, Queretaro, Arequipa o Dhaka, charlas que en total han llegado a más de cinco millones de personas en los cinco continentes. Esa asombrosa labor de difusión de la cultura, en un momento en que ese contacto entre los creadores y su audiencia está en peligro, obtuvo el reconocimiento del premio Princesa de Asturias. Para celebrarlo, hemos recogido algunas de las mejores charlas de una trayectoria tan singular como sobresaliente.
La primera vez que Manuela Carmena apareció en televisión en 1981 todavía era una desconocida abogada que acababa de convertirse en jueza. Más de treinta años después, era la alcaldesa de Madrid. Aquella entrevista, donde dibujó una justicia más humana y accesible, fue el preludio de una vida dedicada a desafiar lo establecido.
Desde sus primeros pasos como abogada en un despacho laboralista durante la Transición hasta su marcha de la política en 2019, Carmena repasa con honestidad los momentos más importantes de su vida con la sencillez de quien no necesita adornar su mensaje.
Su firme batalla contra la corrupción —a veces protagonizada por sus propios compañeros del juzgado— o su esfuerzo por acercar la justicia a quienes más la necesitaban son algunas de las historias que vertebran estas memorias. Un testimonio que invita a reflexionar sobre el pasado y a soñar con un futuro en el que las instituciones estén verdaderamente al servicio de las personas.
Óscar Calavia se mueve con maestría entre las fuentes directas para aportar su particular visión crítica del Imperio español en América, huyendo al mismo tiempo de la imperiofilia y de la caricatura. Este libro se escribe —nos dice— porque reducir el pasado a la contabilidad de hazañas y fechorías es un modo de desperdiciarlo.