Esta obra constituye un verdadero manual orientador. Profesores y estudiantes podrán utilizarlo como guía para internarse en el fascinante mundo de la oratoria. Ayudará tanto el orador novel como al experimentado que quiera perfeccionarse. Servirá para preparar y diseñar su propio discurso de forma óptima. Tiende a llenar en cierta medida la falta de unidad y coherencia de los conocimientos aportados en forma fragmentaria, contribuyendo para que se puedan construir, dentro de un encuadre sencillo, las bases para una mejor comunicación vernal y gestual. Explica los fundamentos de la oratoria las técnicas que ayudarán a quien quiera aprender algo más en el estilo y la expresión adecuada, la respiración y la vocalización, el uso del lenguaje corporal, la superación del miedo escénico, las formas del discurso hablando en público.
En el segundo volumen, Fukuyama retoma la cuestión fundamental de cómo las sociedades desarrollan unas instituciones políticas fuertes, impersonales y de confianza, tomando como periodo de análisis la historia comprendida entre la Revolución Francesa y la llamada Primavera Árabe e incluyendo una seria reflexión sobre las disfunciones de la política estadounidense contemporánea. Entre los aspectos que aborda se encuentran las consecuencias de la corrupción en la gobernabilidad y por qué algunas sociedades han tenido éxito en erradicarla, los diferentes legados del colonialismo en América Latina, África y Asia o por qué algunas regiones han prosperado y se desarrollado más rápidamente que otras. Además, Fukuyama se atreve a esbozar a grandes rasgos qué futuro le espera a la democracia en el contexto de una creciente clase media global y la parálisis política arraigada en Occidente. Orden Político y la decadencia política está destinado a convertirse en un clásico.
En Orientalismo, Edward W. Said nos ofrece una descripción esclarecedora de la formación y desarrollos de los tópicos sobre el islam y sobre los musulmanes, que muchas veces impiden o sesgan nuestra visión. Se nos muestra cómo estos «clichés ideológicos» obedecen a los intereses y estrategias del poder dominante y señala la dificultad para el mundo occidental de pensar sobre Oriente si antes no se logra romper esos prejuicios que distorcionan nuestra lectura. Asimismo, nos muestra cómo la relación entre Oriente y Occidente es una relación de poder, construida sobre la subordinación de la idea de Oriente al fuerte imaginario occidental asentado en la superioridad centralista de un «nosotros» enfrentado a un «ellos», lo no europeo, vivido como «lo extraño».