El primer Corán y el primer Talmud; los primeros textos en árabe o hebreo; las primeras partituras, el primer volumen ilustrado de arquitectura y los primeros cuentos obscenos; los primeros tratados médicos, culinarios o militares; los relatos que anunciaron la existencia de América y los mapas que mostraron su aún vacilante geografía; los primeros libros de bolsillo y los primeros best sellers... La formidable avalancha de novedades que salió de las imprentas venecianas durante la primera mitad del siglo XVI llevó el espíritu del Renacimiento a todos los rincones de Europa y derribó los últimos muros del orden medieval. Armada de papel, tinta y comercio, la Serenísima República desató la revolución del libro. Sus artífices fueron muchos, pero entre ellos sobresale Aldo Manuzio, el genio que creó la edición moderna e ideó la lectura tal como ahora la conocemos.
Esta obra constituye una expléndida introducción a la problemática considerada en Ser y tiempo y, en general, un gran tratado de ontología en el que Heidegger expone y critica el pensamiento de los grandes metafísicos de la historia.