Koba el Temible –un libro de memorias, una crónica, una meditación sobre Stalin y su legado– es una continuación de Experiencia, la aplaudida autobiografía de Martin Amis. Es básicamente un libro político sin dejar de ser personal. Se centra en un importante punto débil del pensamiento del siglo XX: la tolerancia de los intelectuales occidentales ante el comunismo. Entre el personal comienzo y el final personal, Amis nos ofrece el mejor «cursillo» que se ha escrito sobre Stalin: Koba el Temible, lósif el Terrible.
El padre del autor, Kingsley Amis, aunque manifestó tendencias reaccionarias en la madurez, fue «un lacayo de la Komintern» (como él mismo acabaría diciendo) entre 1941 y 1956. Su segundo amigo más íntimo y luego su amigo más íntimo (después de la muerte del poeta Philip Larkin) era Robert Conquest, el destacado sovietólogo, cuyo libro El gran terror (1968) contribuyó más que ningún otro, con la única excepción de El archipiélago Gulag de Solzhenitsyn, a socavar los cimientos de la URSS. Este notable libro de memorias de Martin Amis analiza estas conexiones. Stalin dijo que la muerte era un hecho trágico, pero que la muerte de un millón era simple estadística. Koba el Temible gira alrededor de una muerte concreta y es una refutación del aforismo de Stalin.
«Un libro aterradoramente hilarante» (Javier Cercas).
«Tal vez el mejor libro del año. Bajo el pretexto de resolver con levedad la “equivalencia moral” entre la Rusia de Stalin y la Alemania de Hitler, el escritor inglés traza una panorámica trepidante de las ocultaciones estalinistas» (Matías Vallés, Bellver).
«Estupendo libro» (Rosa Montero).
«Imprescindible» (Félix de Azúa).
Los estudios sobre el gobierno suelen centrarse habitualmente en aspectos de estructura y organización, sin profundizar en cuestiones referidas a la propia acción de gobierno o su filosofía inspiradora: un núcleo problemático que resulta particularmente central tras la emergencia del Estado social intervencionista y su intensa evolución desde mediados del siglo xx.
Tal evolución aparece cuajada de ámbitos de discusión que podrían ubicarse de forma sistemática en torno a tres categorías sucesivas: gobernabilidad, gobernanza y gobermedia. Partiendo de estas categorías es posible entender y analizar más adecuadamente tanto la posición de los ejecutivos en las democracias contemporáneas como sus principales tensiones y contradicciones. La capacidad de programación, la capacidad de respuesta o la presencia virtual de los gobernantes ante la opinión pública se configuran como ejes explicativos de la posición del gobierno en el contexto del Estado intervencionista contemporáneo, permitiendo comprender también algunas de sus encrucijadas.
«¿QUIERE ESTO DECIR QUE YO RECHAZO TODA AUTORIDAD? BORRAD ESE PENSAMIENTO, EN MATERIA DE BOTAS, CONSULTO AL ZAPATERO; EN MATERIA DE CASA, CANALES O CAMINOS, CONSULTO AL ARQUITECTO O AL INGENIERO, PARA ESOS CONOCIMIENTOS ESPECIALES, PIDO LA OPINIÓN A ESOS ESPECIALISTAS, PERO NO PERMITO QUE EL ZAPATERO, NI EL ARQUITECTO, NI EL ESPECIALISTA ME IMPOGA SU AUTORIDAD, LES ESCUCHO LIBREMENTE Y CON TODO EL RESPETO QUE ME MERECE SU INTELIGENCIA, SU CARÁCTER, SU CONOCIMIENTO, RESERVÁNSOME SIEMPRE EL DERECHO INALIENABLE A LA CRÍTICA Y LA CENSURA.»