La tecnocracia o gobierno de los técnicos es un fenómeno característico del último siglo de nuestra historia. Sin embargo, el desempeño de una ténica determinada en la función pública es un rasgo del hombre político que siempre se ha manifestado a lo largo del tiempo. Fue a raíz de la crisis financiera de 1929 cuando surgieron nuevos teóricos que postularían una creciente profesionalización en las tareas gubernamentales, gestionadas por expertos. El intento por equiparar la actuación de aquellos gabinetes con los criterios de industriales e ingenieros, sentó un precedente para dotar a la Administración de un sentido empresarial en su funcionamiento. El desarrollo y la aplicación de estas ideas en el mundo hispánico, coincidiendo con el período de entreguerras y la posterior bipolarización internacional, originaron modelos propios. La pretensión de conciliar los presupuestos de la hispanidad tradicional en la concepción de la sociedad y del Estado con la modernización económica, fue uno de los objetivos que se desgranan en estas páginas a partir de varios casos particulares. La retrospectiva en otras épocas como fuente de inspiración acabaría por articular distintos sistemas tecnocráticos, adaptados a cada espacio y circunstancia, pero con un fundamento ideológico compartido, como bien analiza esta obra.
¿Qué se sabe en realidad de Fidel Castro? ¿Cómo vive? ¿Es de verdad el hombre austero y fiel a los ideales de la revolución comunista que afirma ser? La respuesta, según Juan Reinaldo Sénchez, guardaespaldas personal del Comandante durante diecisiete afios, es un rotundo no. El Líder Máximo no solo lleva una vida mucho más confortable de lo que siempre ha dado a entender, sino que tras su fachada de respeto a la ortodoxia del comunismo se esconden manipulaciones financieras dudosas que en este libro se desvelan por primera vez.
Innumerables secretos de Estado y traiciones ocultas han pasado ante los ojos de Juan Reinaldo Sánchez, que ha sido testigo privilegiado de las múltiples facetas del gobernante cubano, reveladas por primera vez en este libro: estratega genial en Nicaragua y Angola, autócrata paranoico en su país, espía sin igual a todas horas, diplomático maquiavéIico, padre de familia distraído -tiene al menos nueve hijos, habidos de cinco relaciones diferentes-, obseso de las grabaciones e, incluso, cómplice de los narcotraficantes, la gota que acabó colmando el vaso del que fue durante casi dos déoadas su fiel guardaespaldas.
Un testimonio excepcional que pone en duda todo lo que se creía saber hasta ahora sobre la vida pública y privada de Fidel Castro.