Si usted lee "der schwankende Wacholder flüstert", sabrá que está ante una frase en alemán. Y pensará que se ha topado con el inglés si ve en un texto "before it is too late". Y no dudará que se escribió en italiano la frase "e’ un ragazzo molto robusto che non presenta particolari problemi". Si escucha la palabra "cusa" en un contexto español, pensará que es un vocablo que usted desconoce pero que probablemente existe (porque sí están en nuestro idioma «casa», «cesa», o «cosa», o «musa», o «rusa», «lusa», o «fusa»). Aunque en realidad no exista. Pero a usted le sonará español si las palabras que la rodean son castellanas. Y, si es usted español, no le cabrá ninguna duda de qué lengua tiene ante sus ojos si lee "txamangarria zera eder eta zera nere biotzak ez du zu besteroik maite". En efecto, es euskera. ¿Qué es lo que nos hace identificar palabras como propias o ajenas, o asignarlas a una u otra lengua?: el genio de cada idioma, que alcanzamos a identificar someramente incluso aunque no lo conozcamos. Esta obra se pregunta —y procura algunas respuestas— sobre el genio del idioma español. Qué le gusta y qué rechaza, cómo se comporta desde hace siglos y cuáles son sus manías y sus misterios. Sabiendo todo eso, adivinaremos mejor cómo somos nosotros y cómo va a evolucionar nuestra lengua.
El hombre en busca de sentido es el estremecedor relato en el que Viktor FrankI nos narra su experiencia en los campos de concentración.
Durante todos esos años de sufrimiento, sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma. Él, que todo lo había perdido, que padeció hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles. En su condición de psiquiatra y prisionero, FrankI reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas.
La logoterapia, método psicoterapéutico creado por el propio FrankI, se centra precisamente en el sentido de la existencia y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre, que asume la responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida. ¿Qué espera la vida de nosotros?
El hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de un psiquiatra sobre los hechos y los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial. Traducido a medio centenar de idiomas, se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Según la Library of Congress de Washington, es uno de los diez libros de mayor influencia en Estados Unidos.
Este libro se centra en varios hallazgos cruciales del doctor Frankl que ponen de manifiesto nuestro deseo inconsciente de descubrir un sentido definitivo a la vida, tanto si deriva de una fuente espiritual como si proviene de otro tipo de inspiración o influencia.
El doctor Viktor E. Frankl (1905-1997) fue profesor de Neurología y Psiquiatría en la Universidad de Viena. Durante veinticinco años estuvo al frente de la Policlínica Neurológica de Viena. Su «logoterapia/análisis existencial» ha llegado a ser conocida como la «tercera escuela vienesa de psicoterapia». Su libro El hombre en busca del sentido ha vendido millones de ejemplares y ha sido considerado «uno de los
libros más influyentes en Estados Unidos».