¿Qué lugar ocupan la vergüenza, el miedo, la compasión, la confianza o la autoestima en la formación de la personalidad moral? ¿Nos gobiernan las emociones? ¿Son positivas para el discurso político? ¿Sería ética una soberanía del sentimiento? Victoria Camps lleva a cabo un estudio de las emociones para descubrirnos que los afectos no son contrarios a la racionalidad, sino que, por el contrario, solo desde ellos se explica la motivación para actuar racionalmente. Solo un conocimiento que armonice razón y sentimiento incita a asumir responsabilidades morales. Gobernar las emociones es adquirir madurez moral.
El hombre en busca de sentido es el estremecedor relato en el que Viktor FrankI nos narra su experiencia en los campos de concentración.
Durante todos esos años de sufrimiento, sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma. Él, que todo lo había perdido, que padeció hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles. En su condición de psiquiatra y prisionero, FrankI reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas.
La logoterapia, método psicoterapéutico creado por el propio FrankI, se centra precisamente en el sentido de la existencia y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre, que asume la responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida. ¿Qué espera la vida de nosotros?
El hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de un psiquiatra sobre los hechos y los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial. Traducido a medio centenar de idiomas, se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Según la Library of Congress de Washington, es uno de los diez libros de mayor influencia en Estados Unidos.
La moda se inserta en el centro mismo de la modernidad occidental. El objetivo primero de este libro es el de reinterpretar este problema en su totalidad. ¿Cómo entender la aparición de la moda en Occidente? ¿Cómo explicar la versatilidad de la elegancia? ¿Cuáles son los grandes momentos históricos, las grandes estructuras que han determinado la organización social de las apariencias? Hoy en día, hemos entrado en una segunda fase de la vida secular de las democracias, organizadas cada vez más por la seducción, lo efímero, la diferenciación marginal; en la segunda parte del libro la moda aparece como un instrumento de la consolidación de la democracia, de las sociedades liberales, como un vehículo inédito de la dinámica modernizadora. Tal es la provocativa tesis del autor.