Durante siglos, el oro blanco ha fascinado a emperadores, alquimistas, filósofos, artesanos y coleccionistas: todos ellos querían descubrir la receta de esa sustancia tan preciada. La búsqueda de la porcelana es el punto de partida que utiliza Edmund de Waal para viajar a lugares tan dispares como China o Inglaterra con compañeros tan insólitos como un príncipe Médici, un monje jesuita o un cuáquero del siglo XVIII. Un libro especial, una joya, un relato sobre la historia de una obsesión en el que De Waal recupera la belleza y el espíritu de La liebre con ojos de ámbar.
Jerusalén. Abril del año 33 d.C. Jesús, un artesano, rabí, sanador y profeta galileo, acusado del cargo de sedición por arrogarse el título mesiánico de «rey de los judíos» frente al poder romano, es azotado, insultado, ridiculizado y escupido. Condenado a morir crucificado como un bandido, es abandonado por sus discípulos en el momento de su detención. En su amarga agonía en la cruz solo un grupo de mujeres lo acompaña desde la lejanía. Otros condenados colocados junto a él le lanzan recriminaciones. Un grito desgarrador pone fin al suplicio. Pero, ¿qué ocurrió tras esta desoladora escena?
«Las historias importan. Importan muchas historias. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla.»