El 9 de julio de 1860, la ciudad de Damasco fue testigo de uno de los episodios más violentos de su historia. Una turba enfurecida arrasó los barrios cristianos, dejando a su paso una estela de destrucción y muerte. Durante ocho días, la ciudad se sumió en la violencia, dejando un saldo de cinco mil cristianos muertos y miles de tiendas, iglesias, casas y monasterios saqueados y arrasados.
Eugene Rogan recrea el mundo perdido de Oriente Medio bajo el dominio otomano, sometido a la presión del cambio económico global y la expansión europea. Las reformas de mediados del siglo XIX aumentaron las tensiones en todo el imperio. En Damasco más que en ningún otro lugar, pues era una ciudad multifacética unida por el comercio de caravanas a Bagdad, el Mediterráneo y La Meca, donde el caos de idiomas, costumbres y creencias convivían en tolerancia. Hasta que las reformas comenzaron a beneficiar a la comunidad cristiana minoritaria a expensas de la mayoría musulmana.
La primera guerra judeo-romana de 66-73 d.C. fue una lucha que tuvo enormes consecuencias, no sólo para los judíos, sino para la civilización occidental en su conjunto. La conquista de Jerusalén fue una historia trepidante que pone de manifestó, tanto las complejidades del combate, como las maniobras políticas y los aspectos religiosos que influyeron en el resultado de la lucha militar Dando-Collins detalla el conflicto desde ambos lados de la campaña de siete años. Su examen de la revuelta se basa en numerosos descubrimientos arqueológicos y forenses realizados en los últimos años para iluminar a las personas y los acontecimientos como nunca antes habían sido vistos. Ninguno de los bandos sale indemne del conflicto. Ambos fueron heroicos y bárbaros a partes iguales. Al final, los luchadores por la libertad de los judíos perdieron la guerra y Jerusalén, su ciudad santa, el centro de la campaña de ambos bandos. Sin embargo, hoy Jerusalén vuelve a ser el corazón de la fe judía, mientras que, gracias al cristianismo, el Imperio Romano y sus dioses han desaparecido.
La historia del cristianismo interesa al lector católico, pues es su historia de familia; pero debe interesar también a cualquier persona culta, porque constituye una parte esencial de la historia de la humanidad en los dos últimos milenios. El autor encuadra esa historia en el contexto histórico general, teniendo presente el momento social, cultural y político en que vivieron los cristianos en cada época, hasta nuestros días.
Solo un trabajo lleno de sentido puede servir de fundamento para que prospere la fiesta. Por trabajo lleno de sentido entiende el autor el que es, a la vez, felicidad y fatiga, alegría y consumo de energía vital. Porque trabajar y celebrar una fiesta viven de la misma raíz, de manera que, si la una se apaga, la otra se seca.
En este breve y lúcido ensayo Pieper reflexiona sobre la complementariedad y no contraposición entre trabajo y fiesta, subrayando la necesidad de conocer y aceptar la realidad, y recrearse en ella.
El trabajo por el trabajo. Todo tiene que ser rentable, eficaz, productivo, útil. La visión utilitarista del trabajo por el trabajo ha conquistado y dominado casi todo el ámbito de la existencia del hombre occidental.
Frente a estas tendencias, Pieper defiende el ocio como uno de los fundamentos de nuestra cultura. El ocio tiene su origen en la fiesta. Y es su carácter festivo lo que hace que el ocio no sea solo carencia de esfuerzo, sino lo contrario al esfuerzo. Y el ocio adquiere su legitimación de la misma fuente que legitima la celebración: del culto.
Diez pacientes recurren a la psicoterapia para enfrentar el dolor inherente a la existencia. Cada uno lidia con problemas cotidianos: soledad, autodesprecio, impotencia, migrañas, compulsividad sexual, obesidad, hipertensión, duelo, un amor obsesivo que los consume, cambios constantes de ánimo o depresión. Sin embargo, las sesiones de terapia sacan a la luz las raíces más profundas de estos conflictos, revelando su conexión con los fundamentos mismos de la existencia humana. Aunque en estos relatos de psicoterapia aparecen con frecuencia las palabras "paciente" y "terapeuta", el lector no debe dejarse limitar por estos términos: estas historias trascienden a sus protagonistas individuales y reflejan la condición universal del ser humano.
Tras sobrevivir a la caída del Imperio Romano de Europa Occidental en el siglo V, el Imperio Bizantino floreció como una de las fuerzas económicas, culturales y militares más poderosas de Europa durante mil años. En esta breve introducción, Peter Sarris introduce al lector en la singular fusión de la cultura política romana, la tradición intelectual griega y la fe cristiana que tuvo lugar en la capital imperial de Bizancio bajo el emperador Constantino y sus herederos. Utilizando ejemplos de la arquitectura, el arte y la literatura bizantinos, Sarris muestra cómo su legado fue reelaborado y reinventado en los siglos siguientes, frente a los desafíos y amenazas exteriores. A través del impacto de la guerra con los mundos persa e islámico en el este, Sarris explora la creatividad del arte de gobernar y la estrategia bizantinas, así como los repetidos (pero en última instancia infructuosos) intentos del imperio de conseguir la ayuda de las potencias cristianas de Europa occidental para asegurar su supervivencia.
1930. Josefina Carabias conoció a Azaña cuando ella era una joven de veintidós años que ni siquiera pensaba en dedicarse al periodismo. Él tenía cincuenta y comenzaba a labrarse una carrera política que le llevaría desde el Ateneo de Madrid hasta ser una figura fundamental en la Segunda República. Durante la siguiente década, ambos compartirán muchos momentos en un clima de efervescencia política y social, hasta la muerte de Azaña en Francia, en 1940.
Huyendo de lo que se espera de una biografía, Carabias nos dejó un libro que es mucho más que una semblanza personalísima de un hombre de ideas que tropezó con la amarga realidad de España. Azaña es también una crónica vívida del Madrid de una época irrepetible, el de las tertulias en cafés, la universidad, el Ateneo y el voto femenino, por el que se pasean personajes como Unamuno y Valle-Inclán. Y es, sobre todo, un ejercicio literario vibrante a la altura de autores contemporáneos como Manuel Chaves Nogales.
Carabias no sólo fue una pionera del periodismo en nuestro país, sino una mujer con una vida apasionante y testigo privilegiada de algunos de los momentos más relevantes del siglo xx. Como afirma Elvira Lindo en el prólogo, «este libro tiene que llegar a las manos de quienes sueñan con ser periodistas, de quienes ya lo son, de las mujeres que anhelan un ejemplo de coraje, de los que no lo leyeron en su momento, de los que no lo han incluido en su listado de crónicas fundamentales de la República».
Un viaje a la destrucción con un AK-47 en la manoEste no es un libro sobre un arma. El kaláshnikov es mucho más que eso: el triste emblema de la discordia y la muerte. Barato y fácil de manejar, apenas cuarenta dólares y tres kilos de peso, no hay conflicto bélico en el que no haya participado el fusil de asalto inventado por Mijaíl Kaláshnikov hace casi 80 años. Kaláshnikov lleva a cabo un repaso por las infames acepciones que ha tomado la maldad humana en todos aquellos conflictos, revoluciones y asaltos al poder en los que el famoso fusil ha sido protagonista. Lo usaron los vietcong contra los norteamericanos y los talibanes frente a los propios soviéticos, lo empuñaron tiranos como Sadam y niños obligados a combatir, y aparece representado en las banderas de Mozambique y de Hezbolá. El AK-47 es «la herramienta perfecta, el instrumento del Mal contemporáneo. Siempre sale fortalecido de todas las guerras, sea quien sea el vencedor». Domenico Quirico, veterano reportero italiano, viaja en esta obra hasta los albores de la Guerra Fría y rastrea el olor a destrucción que llega hasta el presente.
Elisabeth Förster Nietzsche fue la enigmática y controvertida hermana de Friedrich Nietzsche. A través de una rigurosa investigación, el historiador Ulrich Sieg recorre los hitos de su vida, desde su juventud en Alemania y su matrimonio con el furibundo antisemita Bernhard Förster, hasta su experiencia en la comuna Nueva Germania en Paraguay o su relación con las figuras más destacadas del nazismo. Apoyándose en diarios, cartas y libros de la época, esta reveladora biografía expone cómo Elisabeth se movió con fluidez en los círculos intelectuales y políticos de su época, y cómo su intervención en la obra del filósofo fue determinante para una interpretación conservadora, nacionalista y autoritaria que consolidó el «culto a Nietzsche».