Deborah Nelson se ocupa en este ensayo de seís mujeres brillantes, casi siempre reconocidas por la peculiar firmeza de sus convicciones: Simone Weil, Hannah Arendt, Mary McCarthy, Diane Arbus, Susan Sontag y Joan Didion.
Si bien algunas de ellas se relacionaron de un modo u otro con el círculo de los Intelectuales de Nueva York, todas rehusaron ubicarse bajo una única tradición y se esforzaron por eludir las categorías convencionales del pensamiento. Sin embargo, sus obras revelan una afinidad de estilo y una perspectiva filosófica que deriva de una actitud compartida hacía el sufrimiento: aquello que Mary McCarthy llamaba «mirar fríamente» no so era una aversión personal hacia los despliegues de la emoción: era un modo de atención asentimental que dictaba enfoques estéticos fijaba posiciones éticas y políticas.
Las implacables propone un recorrido por sus obras y destaca los cuestionamientos a la empatía como la postura ética privilegiada para examinar el dolor. En su escritura y su arte, estas seis mujeres hacen explícita su firme creencia de que el sufrimiento debe tratarse de manera concreta, directa y realista, sin recurrir al consuelo ni caer en la crueldad. Como muestra Deborah Nelson con maestría, esta perspectiva constituye una importante contra-tradición con respecto a la usual polarización que floreció a partir de la segunda mitad del siglo xx, entre, por un lado, la expresividad emocional y, por otro, la ironía desaprensiva.
En última instancia, con su insistencia en enfrentar la realidad sin consuelos ni compensaciones, esta austera «escuela de lo asentimental» ofrece nuevas maneras de acercarse a los aspectos trágicos de la existencia, tanto en su dimensión pública como en sus aspectos más íntimos.
La presente «Historia del cristianismo» es un renovador y ambicioso proyecto que, en cuatro volúmenes, reconstruye y documenta el devenir histórico del cristianismo, desde sus orígenes hasta el mundo contemporáneo. Se trata de una obra colectiva elaborada con una perspectiva ecuménica por especialistas en diversas materias: teólogos, filósofos, historiadores y filólogos.
Este esfuerzo conjunto busca servir tanto de obra de referencia rigurosa y práctica en la docencia e investigación universitarias, como de introducción científicamente fiable al conocimiento del cristianismo histórico por parte del lector culto, conjugando la sencillez narrativa con un contenido crítico y abundante en datos históricos. Se propone, así, romper con la inveterada tradición que durante siglos ha confinado la historia de la Iglesia y del cristianismo a las facultades eclesiásticas de teología, e intenta salvar el empobrecedor eurocentrismo que ha venido lastrando su tratamiento científico.
Retomando el concepto de «cuerpo sin órganos» elaborado por Gilles Deleuze y Felix Guattari, este ensayo propone, mediante el análisis de textos del evangelio de Marcos, una interpretación de Jesús como aquel que libera de toda opresión: del sacerdote, de la institución, del poder y de la ley.
El cuerpo humano no es solo entidad física, sino también uno de los portadores de significado con mayor carga cultural y religiosa. Si tanto el cuerpo como el reino de Dios son ficciones políticas, es posible una interconexión de los cuerpos entre sí. Jesús, entendido como cuerpo sin órganos, transgrede fronteras, desmantela jerarquías, ensambla en el «inter-reino» de Dios a humanos, familias, «queers», animales, árboles, afeminados y mujeres.
Desde sus orígenes milenarios en la mística hindú hasta su transformación en un fenómeno global del mundo moderno, este libro descubre una de las prácticas espirituales y físicas más antiguas y respetadas de la humanidad. Historia del yoga arroja luz sobre su mestizaje, sobre las curiosas y a veces intrincadas circunstancias de su nacimiento y sobre el lugar que ocupa en la trama de la vida contemporánea.
Alistair Shearer sigue las transformaciones históricas y los cambios sociales que se han producido en el sinuoso camino que, desde las cuevas y los bosques de la antigua India, ha ido a parar a los gimnasios, los estudios, los talleres y los centros culturales de Occidente. Se pregunta qué han perdido, o tal vez ganado, las enseñanzas originales de los sabios al ser trasplantadas a un terreno foráneo, o cómo es que hay tantas formas diferentes de yoga que parecen incluir un poco de todo, desde los músculos hasta la plenitud mental, y desde la lucha contra el estrés hasta la liberación espiritual.
Lejos de ser simples supersticiones, las creencias demonológicas desempeñan un papel crucial en la estructuración de la visión cristiana del mal, ayudando a definir su identidad frente a las influencias paganas y judaicas. Los demonios, en este marco teológico y cultural, representaban no solo las fuerzas del mal, sino también los temores, deseos y conflictos internos de los fieles. Esta obra profundiza en cómo prácticas como los exorcismos y los ritos de purificación evolucionaron como respuestas esenciales a estos desafíos espirituales, transformando de manera fundamental la relación entre el cristianismo y su entorno sociocultural.
A lo largo de estas páginas, se examina detalladamente el papel de los exorcismos en las primeras comunidades cristianas y los rituales que surgieron para enfrentar el mal. Estas prácticas no solo eran ritos aislados, sino que formaron parte integral de la vida religiosa y social, influyendo en la cohesión y evolución de estas comunidades.
Además, la obra abarca no solo los aspectos teológicos, sino también exploraciones filosóficas, representaciones artísticas y regulaciones legales vinculadas con la demonología. Se ofrece una visión amplia sobre cómo estas creencias impregnaron y modificaron otros campos del saber y la práctica cotidiana, desde el derecho romano y la medicina hasta la literatura, proporcionando un entendimiento más rico y matizado de su influencia perdurable en la cultura y el pensamiento occidental.
En el año 1600, Jacob Böhme tuvo su más famosa iluminación al ver en un instante, según refiere, todos los secretos del universo reflejados en la concavidad iluminada por un rayo de sol de una vasija de estaño que tenía colgada en la pared, tras lo cual estuvo «rodeado de luz divina» durante siete días. Para Böhme, Dios es el todo, «el gran abismo sin fondo que hay en todas partes», la nada que anhela llegar a ser engendrándose y engulléndose eternamente. Su obra es un continuo intento de descifrar el sentido de sus experiencias místicas, que no cesaron de crecer en interés y fama, porque nunca la mística y la magia se han tratado de una manera tan lógica.
Para Friedrich Schelling, Böhme es una aparición milagrosa en la historia del espíritu humano, y en particular del alemán, por su notable influencia en Tieck, Novalis, Goethe y otros románticos. Schopenhauer toma de él su noción de voluntad, y para Heidegger es, junto a Meister Eckhart, el primer autor metafísico de la filosofía alemana. Newton, Unamuno y otros muchos lo leyeron asimismo con atención.
Bajo el título de La sabiduría griega, Giorgio Colli recopiló de manera exhaustiva los textos fundamentales de lo que se ha dado en llamar «filosofía presocrática», es decir, los documentos sobre los que se ha desarrollado el pensamiento y la cultura occidentales.
Cada uno de los textos originales griegos se acompaña de una traducción directa del original, de un notable aparato crítico y de un comentario en el que se indica el estado actual de la investigación sobre el documento, se reseñan los loci similes y otros pasajes relacionados con el fragmento, y se incluyen referencias y citas para clarificar el texto, además de diversas indicaciones bibliográficas, importantes bien para la traducción, bien para la interpretación. Finalmente, superando el mero trabajo analítico sobre cada pasaje, se intenta establecer algunas líneas genéricas de interpretación, tanto con respecto a las tradiciones filosóficas o literarias, como en relación con los diferentes contenidos doctrinales.
Este segundo volumen presenta los testimonios directos e indirectos de aquellos pensadores que ya en su tiempo dejaron una impronta individual de su excelencia, mereciendo el apelativo de sabios.
Desde que el autor de este libro se acercó, hace más de treinta años, a las obras de Simone Weil, su lectura devino en una pasión para él. El de Simone Weil es un pensamiento que no se puede fijar. Posee un flujo propio que va unido al discurrir de su vida. Cabe, no obstante, abordarlo por sus ramales: su preocupación religiosa, su inclinación político-social, su experiencia mística, su visión científica. Los textos aquí recogidos se ofrecen como una introducción para navegar por ese pensamiento fluido, a sabiendas de que cada lector es responsable de su propia navegación.
Este libro abre distintas ventanas a la relación entre religión y filosofía en el pensamiento cristiano y en momentos destacados de su historia. El papa Gregorio Magno (590-604) comparó los cuatro primeros concilios —Nicea, Constantinopla, Éfeso, Calcedonia— con los cuatro evangelios. Fue su original forma de resaltar el significado estelar de aquellos concilios que pretendían adaptar el mensaje cristiano a las exigencias de los nuevos tiempos. Los dos primeros, Nicea y Constantinopla, se asoman a las páginas de este libro. También lo hacen los dos últimos, el Vaticano I y el Vaticano II. De esta forma se dan la mano el lejano pasado y el cercano presente de la historia del cristianismo.
Al encuentro de los lectores salen también otros episodios cruciales: la expulsión de los judíos de España; Lutero y su Reforma; Jansenio y el desgraciado final de su movimiento, o la convulsa evolución teológica del catolicismo y del protestantismo durante el siglo XIX. Otros capítulos se centran en el tema del amor, de la misteriosa relación entre Dios y el sufrimiento, y de la experiencia religiosa y su articulación filosófica. En el ámbito más estrictamente filosófico se informa sobre los avatares del estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo.
Este segundo volumen continúa la genealogía del pensamiento posmetafísico siguiendo el hilo conductor del discurso sobre fe y saber. Empezando con el protestantismo y la filosofía del sujeto, se centra en la bifurcación de la tradición trascendental (Kant) y la empirista (Hume) para, a partir de ahí, desgranar los temas del lenguaje, el espíritu objetivo y la filosofía de la historia, hasta los Jóvenes Hegelianos, el marxismo, la filosofía de la existencia y el pragmatismo. De las muchas líneas posibles de una historia de la filosofía, Jürgen Habermas destaca un proceso de aprendizaje cuyas huellas permitan insuflar ánimos de cara a las tareas impuestas a la razón humana.