En Atlas de lo invisible, la premiada pareja del geógrafo James Cheshire y el diseñador Oliver Uberti redefinen lo que es un atlas. Al transformar enormes conjuntos de datos en ricos mapas y novedosas visualizaciones terminan descubriendo realidades que reflejan el presente y preven lo que llegará en los años venideros. Con un enfoque ameno y curioso, Cheshire y Uberti exploran los niveles de felicidad y ansiedad por todo el mundo; rastrean los cables submarinos y las torres de telefonía que nos conectan; examinan las cicatrices ocultas de los conflictos geopolíticos e ilustran como a nuestro planeta le afectan desde los huracanes hasta las peregrinaciones.
Un viaje desde los primeros intentos por comprender el mundo de las civilizaciones de la Antigüedad, pasando por el advenimiento de la cartografía comercial y los progresos tecnológicos que permitieron a los atlas tratar casi cualquier tema, hasta las aplicaciones digitales que hoy pueden llevarse en el bolsillo.
Viajes, rutas comerciales, exploraciones...: los mapas, fascinante reflejo de nuestro deseo de organizar el mundo, cobran vida en esta obra única.
Déjese guiar por la historia de los más increíbles atlas y las vidas de los cartógrafos que los concibieron.
Ideado por Georges Duby, prestigioso historiador francés, este atlas histórico, obra de referencia en el ámbito de la geografía histórica y el desarrollo cronológico, se presenta en una edición renovada y actualizada, con más de 340 mapas, que incluye los acontecimientos más recientes de la historia mundial, como el Brexit, la crisis del Coronavirus, la guerra en Ucrania o la ofensiva israelí en Palestina tras los ataques de Hamás.
Hace sesenta años el mundo se horrorizó con el descubrimiento de la realidad de Auschwitz, el escenario de la mayor matanza de la historia humana: un millón cien mil seres humanos asesinados, incluidos más de doscientos mil niños. Pero, más allá de las imágenes y de los testimonios de las víctimas, la realidad de lo que Auschwitz fue y significó ha seguido escapando a nuestra percepción.
Laurence Rees, que lleva quince años investigando el nazismo, no sólo ha utilizado la documentación aparecida en estos últimos años, sino que se ha valido de más de un centenar de entrevistas a supervivientes del campo y a sus verdugos nazis, que por primera vez hablan de sus experiencias, ahora que no arriesgan nada por dejar testimonio de lo que han vivido. Éste es el primer relato completo de la historia de Auschwitz, que se convirtió en un inmenso taller que trabajaba para la guerra, a la vez que en una fábrica de muerte, donde se acabó arrojando a los niños vivos a las hogueras, al no dar abasto las cámaras de gas. Un lugar singular, con funcionarios corruptos, con médicos sanguinarios como Mengele y hasta con un burdel para estimular a los prisioneros “muy trabajadores”. Pero tal vez lo más terrible resulte saber que cerca del ochenta y cinco por 100 de los miembros de la SS que trabajaron en el campo y sobrevivieron a la guerra han quedado impunes, que ni se arrepienten ni creen necesario excusarse con la obediencia a las órdenes recibidas y que ello no parece escandalizar hoy a sus conciudadanos. Este libro pretende despertar nuestras conciencias para que entre todos impidamos que vuelva a haber otro Auschwitz.
La robustez del gobierno de los Austrias fue esencial para que las políticas imperiales triunfaran y se expandieran por todo el orbe. La lealtad a la dinastía, la religión y la movilidad social fueron los tres pilares en las que se cimentó.
Alfredo Alvar, una de las máximas autoridades en la materia, se adentra en el complejo entramado político, social y económico que sustentó el imperio para responder a todas estas cuestiones y arrojar luz sobre su funcionamiento, crecimiento y configuración.
Una obra repleta de erudición que ofrece al lector todos los detalles sobre los aspectos más desconocidos del mayor imperio de su época.
1930. Josefina Carabias conoció a Azaña cuando ella era una joven de veintidós años que ni siquiera pensaba en dedicarse al periodismo. Él tenía cincuenta y comenzaba a labrarse una carrera política que le llevaría desde el Ateneo de Madrid hasta ser una figura fundamental en la Segunda República. Durante la siguiente década, ambos compartirán muchos momentos en un clima de efervescencia política y social, hasta la muerte de Azaña en Francia, en 1940.
Huyendo de lo que se espera de una biografía, Carabias nos dejó un libro que es mucho más que una semblanza personalísima de un hombre de ideas que tropezó con la amarga realidad de España. Azaña es también una crónica vívida del Madrid de una época irrepetible, el de las tertulias en cafés, la universidad, el Ateneo y el voto femenino, por el que se pasean personajes como Unamuno y Valle-Inclán. Y es, sobre todo, un ejercicio literario vibrante a la altura de autores contemporáneos como Manuel Chaves Nogales.
Carabias no sólo fue una pionera del periodismo en nuestro país, sino una mujer con una vida apasionante y testigo privilegiada de algunos de los momentos más relevantes del siglo xx. Como afirma Elvira Lindo en el prólogo, «este libro tiene que llegar a las manos de quienes sueñan con ser periodistas, de quienes ya lo son, de las mujeres que anhelan un ejemplo de coraje, de los que no lo leyeron en su momento, de los que no lo han incluido en su listado de crónicas fundamentales de la República».