Aquí, en Donde empieza el hombre de Marino Berigúete (República Dominicana, 1962), empieza también el cuerpo que explora líricamente el mundo, palpando las oquedades del sueño, las formas de la ausencia, los latidos de la luz; aquí empieza también, con una voz detenida y meditada, el cuerpo que mira el pensamiento, su persistencia, su vacuidad, sus revelaciones; aquí empieza un cuerpo que, distendido en el tiempo y el espacio, recurre a un singular imaginario para hacer al mismo tiempo presente y problemática su existencia; aquí una voz que no se cansa nunca de hacer eco de su ser, de su desdoblarse, de su estar en ninguna parte nunca y siempre con uno mismo; aquí, en Donde empieza el hombre podemos ser testigos de la duda, la sombra y la confirmación juntas y vueltas poema.
Gustavo Osorio de Ita
Este libro es un faro en el vasto océano de las finanzas personales, Una guía que, como prologuista, me complace presentar a los que se aventuren en sus páginas. A través de la experiencia y la sabiduría del autor, encontrarás una brújula confiable para navegar por las aguas financiera desde el inicio de tu viaje hasta las rutas desafiantes.
El Abrazo de la Eternidad: Danza con la Singularidad es mucho más que una novela. Es una puerta abierta hacia los misterios más profundos del cosmos y del alma, una travesía épica que desafía las fronteras de lo conocido.
Rael y Liana, dos jóvenes marcados por una curiosidad insaciable, emprenden un viaje que transformará no solo sus vidas, sino la percepción misma de la existencia. Rael, con su inquietud por el sentido último de la vida y el propósito de todo lo que nos rodea, busca respuestas en los rincones más oscuros de su mente y del universo. Liana, fascinada por la estructura misma del cosmos, encuentra en las estrellas las claves para descifrar la delicada interconexión entre ciencia, espiritualidad y destino.
En esta odisea, sus caminos los conducen a enfrentarse con fuerzas más allá de la comprensión humana. Misterios de la antimateria, enigmas del alma y verdades que han estado ocultas desde el origen de los tiempos se despliegan ante ellos, desafiándolos a redefinir lo que significa ser humano y estar vivo. En el centro de todo, la eterna danza entre la luz y la oscuridad pone a prueba su vínculo, llevándolos a comprender que la existencia no es solo un juego de opuestos, sino un delicado equilibrio que trasciende el tiempo y el espacio.
En este ensayo el autor plantea que la pandemia de la COVID-19 impactó la economía de Noto, Japón, y como respuesta que las autoridades locales tomaron la controvertida decisión de consignar parte de los fondos destinados a atender la emergencia para la construcción de una estatua gigante de calamar. El objetivo de esta inversión pública era impulsar el turismo, la cultura pesquera y gastronómica, así como la economía local, basada en uno de sus símbolos más relevantes: el calamar. El autor aclara que las autoridades municipales de Noto utilizaron solo una pequeña parte de la subvención extra proporcionada por el Gobierno central durante la pandemia y la complementaron con ahorros internos, a fin de financiar la infraestructura. Asimismo, sostiene la hipótesis de que esta fue una medida inteligente que permitió revitalizar la economía de dicha localidad.
La esencia de este cuento viene de una herencia de los indígenas del Caribe. Una herencia alimentaria como es el casabe. Está escrita en español por Elizabeth Reyes de Contreras, nativa de la República Dominicana. La parte en inglés está escrita por Elizabeth Marie Contreras Reyes, nativa de Boston, Massachusetts. El cuento es bilingüe, pero no es siempre una traducción palabra por palabra. Ellas narraron la misma historia, pero usando las riquezas peculiares del español y del inglés. Este cuento está dirigido a niños y a jóvenes estudiantes que estén participando en la educación bilingüe. • Estudiantes adultos que estudian español como segunda lengua. • Estudiantes adultos que estudian inglés como segunda lengua. • Para todo aquel que aprecie y estudie diferentes lenguas y diferentes culturas.
Quienes sostienen la idea de que el Defensor del Pueblo República Dominicana es unipersonal desconocen los principios generales de la administración moderna, ignoran el proceso de elección como órgano constitucional establecido en la Constitución y pierden de vista las características del Estado social y democrático de derecho. Además, pasan por alto lo que ha significado para la nación dominicana la forma personalista e individualista de funcionarios que han dirigido algunas instituciones como si fuera un feudo heredado de sus antepasados.
El Defensor del Pueblo, por sus características y por las funciones que le asigna la Constitución dominicana, no puede ser una institución unipersonal porque como órgano del Estado, negaría su propia razón de ser el carácter unipersonal es contrario a los principios de la institucionalidad, negaría el principio de la transparencia, incurriría en práctica antidemocrática y estaría promoviendo la corrupción y el tráfico de influencia.
El defensor del Pueblo de la República Dominicana debe ser preservado como una institución democrática, institucional y transparente, alejado del clientelismo y la corrupción. Tenemos que evitar que la práctica corrupta que caracteriza las instituciones de Estado moderno no permee la vida institucional del Defensor del Pueblo y eso solo puede ser garantizado por un ejercicio transparente que descanse en manos de un equipo de hombres y mujeres que hayan sido celosamente elegidos por el Congreso, que su funcionamiento interno descanse en un órgano de control interno, debidamente fiscalizado por los órganos constitucionales encargados de vigilar el buen uso de los recursos públicos.
“Señoras y señores, hoy nos reunimos para celebrar un acontecímiento monumental en la historia del Caribe: la unificación de La Española, Haití y la República Dominicana bajo una sola bandera y convertidos en una nación poderosa, que reforzará la paz, la estabilidad y la prosperidad económica de la región durante los próximos 100 años. La visión de la unidad de La Española fue concebida por primera vez por los fundadores de los dos países, que comprendieron la importancia de contar con una sola entidad para hacer frente a los retos del mundo moderno. Sus incansables esfuerzos condujeron a la creación de una nación unida con un gobierno, una moneda y una bandera únicos. La unificación de Haití y la República Dominicana anuncia una nueva era de cooperación y unidad, creando una nación influyente y próspera que puede actuar como faro de esperanza y estabilidad para todo el Caribe. Este hito histórico traerá consigo oportunidades sin parangón para el crecimiento, la inversión y el desarrollo en toda la región. Con un gobierno fuerte y cohesionado, la Hispaniola unida podrá hacer frente a problemas acuciantes como la pobreza, el desempleo y las disparidades en infraestructuras invirtiendo en áreas clave como la educación, la sanidad y el transporte.
La nación avanzará rápidamente hacia una era de modernidad y progreso. Además, la unidad de La Española permitirá al país desempeñar un papel más destacado en la escena mundial, uniendo al Caribe y a América Latina en una búsqueda común de la paz, la prosperidad y el desarrollo. Esta nueva era traerá sin duda un renacimiento de la región, haciendo de La Española una verdadera potencia en el mundo. En conclusión, la unificación de Haití y la República Dominicana es un acontecimiento histórico y trascendental que cambiará para siempre el rumbo del Caribe y de sus pueblos. Esperemos con ilusión un futuro brillante y próspero como una sola nación, unida con propósito y empeño”.