Todos intensos, aunque de intensidad variable, como precisa el título: así son los cuentos de este nuevo libro de Pedro Vergés, que logra su propósito mediante el entrelazamiento constante de dos ejes de fuerza que se acompasan, sin ceder, a la acción. Uno es el desentrañamiento y la utilización de la oralidad dominicana como impronta estilística y, el
otro, la incursión, por esa vía, en el ser de unos seres que no dejan de ser (valga la voluntaria redundancia) representativos de su momento histórico y de sus muy particulares circunstancias. Las peculiaridades de cada uno de sus personajes forman parte, en el fondo, de un acercamiento, a ratos doloroso, a nuestra sociedad, marcada en
los últimos decenios, así lo cree el autor, por una ebullición de orden emocional que refleja, a su vez, la transformación a que la han sometido las novedades de su propia existencia. En esa tarea el autor se hace acompañar de la ironía y el humor, cuando vienen a cuento, valiéndose de ambos para hacer más ligera la carga dramática, y hasta trágica,
de lo narrado. Se trata, en fin, de un texto sin concesiones al facilismo y que sostiene un permanente pulso con la lengua, procurando captar en ese esfuerzo los matices que dotan de misterio y de magia (de poder de convicción estética) a cuanta narración se haga con ellos.