La apasionante historia de las mujeres que lucharon por su destino. A lo largo de la historia, el uso de las armas y el glorioso destino vinculado a estas se reservaba a los hombres, ya fueran nobles o bellacos. Sin embargo, reinas como Hatshepsut, Boudica o Matilde de Canossa, o luchadoras como Mary Read, Anne Bonny o María Barrachina se atrevieron a rebelarse contra las normas establecidas y tomaron las riendas de su destino, espada o pistola en mano. Fuertes, fieras, valientes y luchadoras, así fueron las mujeres que desfilan por las páginas de Mujeres de armas tomar, un ensayo ameno a la vez que informativo en el que sus protagonistas cobran vida y nos emocionan con sus tragedias y victorias. Con humor y un excelente pulso narrativo, Luis Soravilla nos presenta las vidas de mujeres que, ya fuera por motivos profesionales (expandir las fronteras de su imperio) o personales (rescatar a su amante de un convento), empuñaron las armas para luchar por un destino que querían construir por sí mismas.
Esta obra desvela las vidas y, sobre todo, los grandes descubrimientos de cuatro de las grandes científicas de nuestra era: Sophie Germain, la primera mujer que realizó aportaciones originales al mundo de las matemáticas innovando en la teoría de números; Marie Curie, que descubrió la radiactividad y recibió dos premios Nobel; Lisa Meitner, un nombre capital en el campo de la fisión nuclear, y Emmy Noether, la mujer que creó el álgebra abstracta.
Una mujer con maillot que sustituye la esclavitud hograreña de la pata quebrada por la marcha atlética, que deja atrás los corsés y libera el busto. Una mujer al volante de un automóvil, y otra que consigue el título de piloto aviador. Una mujer bate todos los récords de tiro con fusil y otra los de natación, siempre manteniendo sus profesiones de mecanógrafas o tenderas. Una mujer es maestra, y luego alcaldesa, y otra busca trabajo... Y todas votan en las elecciones.
Y es que el advenimiento de la República en 1931 trasladará a carácter de ley lo que ya era normal en la sociedad española de los años veinte. El nuevo régimen contará con una vanguardia política femenina: Victoria Kent, Clara Campoamor, Dolores Rivas Cherif, Belén Sárraga, Dolores Ibárruri, Margarita Nelken... Ellas son la representación más conocida, pero muchas otras fueron pioneras en sus campos. La presente antología pretender ser un homenaje a la generación de las mujeres de antes de la guerra: unas, de buena posición social, pugnaron por ir a la universidad, para así esquivar el programado papel de "florero" en un frígido matrimonio burgués; otras, de extracción humilde, supieron jugar con las pocas cartas que su condición social les deparaba en un entorno de analfabetismo y perpetuo acoso de la muerte. Todas ellas y cada una a su manera, son Mujeres en primera plana. Por su obras las conoceréis.
En este lugar del mundo, en esa región que recorre de Oriente Medio a Afganistán, hay una revolución en marcha. Es la revolución de las mujeres. Una lucha sin cuartel ni final contra el patriarcado que domina la política, la cultura y la sociedad. A veces, esa lucha es por la mera supervivencia. Otras, una lucha consciente y organizada por defender derechos que se les niegan de forma reiterada. El derecho al aborto, el derecho a una educación, el derecho a un trabajo digno. El derecho a existir libremente.
El viaje que a comienzos del siglo IV realizó la emperatriz Helena a Tierra Santa avivó el deseo de muchos peregrinos por visitar los lugares donde discurrió la vida de Jesús.
Conocemos la identidad de varias mujeres que se encaminaron hacia los Santos Lugares. Además, de algunas como Egeria conservamos incluso el relato de su itinerario, que, iniciado en la lejana Hispania, fue anotando cuidadosamente a modo de diario.
Mención aparte merecen Paula de Roma, Melania la Mayor y Melania la Joven, tres mujeres de la nobleza romana que renunciaron a sus riquezas y adoptaron una forma de vida ascética en el país del Señor. A diferencia de Egeria, fueron sus biógrafos quienes describieron los recorridos y las etapas de estas intrépidas viajeras.
A través de sus ojos, el ambiente humano y espiritual de la Antigüedad tardía revela matices que enriquecen la comprensión de una época esencial para la configuración de Occidente.
Esta obra reúne seis de los trabajos más emblemáticos de Linda Nochlin, pionera de la crítica feminista de la historia del arte, además del ensayo seminal «¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?», considerado como el primer intento de un abordaje desde una perspectiva feminista de la historia del arte.
«He escrito estos ensayos a lo largo de casi veinte años, veinte años en los que he presenciado el nacimiento y el desarrollo de una historia del arte feminista. Cuando en 1970 empecé a trabajar en «¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?», la historia del arte feminista no existía: como cualquier otra forma de discurso histórico, había que construirla.»
Así comienza Mujeres, arte y poder y otros ensayos, el recopilatorio en el que la gran historiadora del arte Linda Nochlin presenta siete artículos sobre mujeres artistas y la figura femenina en la historia del arte, cuya influencia fue determinante para el desarrollo posterior de la crítica del arte feminista y los estudios de género. Los artículos aquí reunidos son: «Mujeres, arte y poder» (1988), «La nodriza de Morisot: la noción del trabajo y el ocio en la pintura impresionista» (1988), «Perdida y Encontrada: otra vez la mujer caída» (1978), «Algunas pintoras realistas» (1974), «Florine Stettheimer: el Rococó subversivo» (1980), «Erotismo e imaginería femenina en el arte decimonónico» (1972), y «¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?» (1971).
Mujeres, arte y poder y otros ensayos revela la amplia perspectiva y conocimiento del trabajo pionero de Nochlin y nos invita a interpretar la historia del arte feminista como una práctica transgresora contra el establishment que pone en tela de juicio muchos de los principales preceptos de la disciplina todavía vigentes en la actualidad.