Este libro no es una autobiografía al uso. No se trata del compendio de las memorias de Ángel Viñas, cuya trayectoria como economista, alto funcionario, diplomático y, sobre todo, historiador, por discurrir en los años decisivos de la historia reciente de España, haría de por sí sumamente interesante su consulta. No busque el lector sumergirse en un relato falsamente literario, ni espere prescindibles confesiones íntimas, ni mezquinos ajustes de cuentas, ni profesiones de fe tonantes. Es decir, todo aquello que adorna un género caracterizado por la autoindulgencia y la búsqueda de la pose para la posteridad. No, lo que el lector tiene entre sus manos es la experiencia personal y profesional del historiador, una reflexión introspectiva sobre sus motivaciones, sus influencias, sus fuentes y sus métodos. Persigue explicar, desde su propia óptica, el vínculo entre la historia que hizo, la historia que le hizo y como entre ambas inspiraron la historia que ha escrito.
Viñas se convierte en este texto en historiador de sí mismo, aplicando a su entorno y sus circunstancias la metodología analítica y rigurosa que en tantas ocasiones ha empleado para esclarecer parcelas plagadas de estereotipos de nuestra historia contemporánea y demoler, siempre basándose en las fuentes primarias, los mitos interesados que la han entenebrecido, desde el oro de Moscú a la idiosincrasia violenta, corrupta y esencialmente criminal del franquismo.