El llamado nuevo orden mundial, nos dice Chomsky, es como el viejo con otro disfraz. Cómo funciona ese "gobierno del mundo" que garantiza el dominio universal de las naciones ricas (sus reglas básicas siguen siendo las mismas: los débiles están sometidos a la fuerza de la ley, mientras los poderosos se sirven de la ley de la fuerza); se imponen a los pobres los principios de la "racionalidad económica", mientras los ricos se aprovechan del poder y de la intervención del estado. Chomsky desarrolla su razonamiento a través de la denuncia concreta de acontecimientos y situaciones, vistos en una cruda realidad que los medios de comunicación callan o disfrazan. Su reconsideración histórica de la guerra fría (que toma en cuenta los abusos y los crímenes de los dos bandos), el relato de los horrores de "la matanza del Golfo", el desenmascaramiento del orden político-económico de los Estados Unidos, le permiten ofrecernos un panorama realista del "nuevo" orden mundial y de sus reglas de juego.
"La era de la democracia de partidos ha pasado", así comienza Peter Mair su sombrío análisis de las perspectivas actuales de la representación política en el mundo desarrollado. Las transformaciones sufridas por los partidos y la indiferencia ciudadana hacia el mundo político tienen consecuencias sobre la reputación, la legitimidad y la eficacia de la democracia moderna. En las democracias de Europa occidental, la participación electoral está en declive y ha disminuido considerablemente la afiliación a los principales partidos, al tiempo que las élites políticas se están remodelando como una clase profesional homogénea y retirándose a instituciones estatales o semiestatales que ofrecen una relativa estabilidad en un mundo de votantes inestables. Paralelamente, proliferan y ganan credibilidad prácticas y órganos no democráticos, de forma que estamos asistiendo a la aparición de una idea de la democracia a la que se está despojando de su elemento popular. "Gobernando el vacío" sintetiza años de trabajo científico y crítico sobre el final de un periodo de lo que hemos conocido como gobierno democrático, una historia que nos atañe a todos.
El presente libro ofrece un excepcional estudio de los principales filósofos políticos del siglo XX. Según Michael H. Lessnoff es absurdo mantener que la filosofía política murió en el siglo XX. Con un análisis claro, inteligente y autorizado el autor demuestra que este siglo produjo toda una pléyade de filósofos políticos perfectamente comparables a los de época anteriores. La originalidad en teoría política siempre ha sido impulsada por nuevos problemas y crisis, de los que éste, el siglo más político de todos, no estuvo precisamente exento. Lessnoff examina las propuestas a las crisis políticas de ofrecidas tanto por escritores liberales como por neomarxistas, sin olvidar a pensadores más difícilmente clasificables, como Hannah Arendt y J. Habermas. Muestra también cómo las teorías políticas del siglo XX se constituyeron como reacción a fuerzas sociales e ideológicas profundamente arraigadas tales como la burocratización, la racionalización y el «desencanto». Herramienta fundamental para el estudiante de filosofía y de Ciencias Políticas, este libro será igualmente bien recibido por el lector interesado en el pensamiento político o en la historia de nuestro tiempo.
«¿Qué significa, pues, la mirada cosmopolita? No el amanecer de la confraternización general de los pueblos, ni los albores de la república universal, ni una mirada mundial que flotara libremente, ni el amor al otro por decreto. El cosmopolitismo no es tampoco un suplemento que deba sustituir al nacionalismo y al provincialismo, y ello no porque la idea de los derechos humanos y de la democracia precise de un suelo nacional. La mirada cosmopolita quiere decir: en un mundo de crisis globales y de peligros derivados de la civilización, pierden su obligatoriedad las viejas diferenciaciones entre dentro y fuera, nacional e internacional, nosotros y los otros, siendo preciso un nuevo realismo, de carácter cosmopolita, para poder sobrevivir.»
Escrito desde los antípodas ideológicos y espirituales de esta corriente de pensamiento, "Nacionalismo" (1960) es uno de los exámenes más lúcidos y estimulantes que jamás se hayan escrito acerca de este fenómeno. En él Elie Kedourie (1926-1992) alumbró una obra seminal para la comprensión cabal de un movimiento alumbrado por el "sueño" romántico en el siglo XIX, en el que conoció su auge, pero que se prolonga conflictivamente aún hasta nuestros días.
El nuevo texto de Paloma Aguilar constituye el mejor ejemplo de cómo la ciencia política puede combinar la agudeza teórica con una abrumadora documentación histórica y un cuidadoso análisis de encuestas. Se trata de un libro imprescindible para científi cos políticos e historiadores, interesados en nuestra reciente historia y en las transiciones a la democracia.