Robar un corazón es la misión más peligrosa.
Ronan está convencido de que me quiere a su lado y hay una parte de mí que lo desea, aun cuando estoy planeando traicionarlo. No solo soy una ladrona, sino que además mi misión es robar tres reliquias mágicas en su corte, la del reino que quiere que gobierne junto a él.
Y por otra parte está Finn, todo lo que siento por él, la forma en que mis poderes surgen cuando está cerca de mí y la atracción que intento evitar pero que es innegable.
¿Qué pensarían los dos si supieran que estoy dispuesta a traicionarlos por salvar a mi hermana? ¿Que soy capaz incluso de ignorar a mi corazón?
Inés Suárez es una joven y humilde costurera extremeña que se embarca hacia el Nuevo Mundo para buscar a su marido, extraviado con sus sueños de gloria al otro lado del Atlántico. Anhela también una vida de aventuras, vetada a las mujeres en la pacata sociedad del siglo XVI. En América, Inés no encuentra a su marido, pero sí un amor apasionado: Pedro de Valdivia, maestre de campo de Francisco Pizarro, junto a quien Inés se enfrenta a los riesgos y las incertidumbres de la conquista y la fundación del reino de Chile.
En esta novela épica el aliento del amor concede una tregua a la rudeza, la violencia y la crueldad de un momento histórico inolvidable. A través de la pluma de Isabel Allende se confirma que la realidad puede ser tan sorprendente o más que la mejor ficción, e igualmente cautivadora.
La llama vuelve a encenderse y esta vez quemará a más de uno.
Rachel James tuvo que dejar su vida para salvar a los que ama, renunciando a todo lo que le importaba: sus colegas, su carrera y su familia.
Ahora, tras dos largos años, el destino toca a su puerta para que se enfrente a lo que le depara: al coronel Morgan, el hombre que la hizo pecar, y al líder de la mafia italiana, Antoni Mascherano.
Un importante cargo está en juego y la teniente debe prepararse para un nuevo duelo.
El caos empieza a despertarse: la tercera carta cae sobre la mesa, nuevos peligros salen a la luz, así como pasiones que se creían sepultadas, conflictos, complots y jugarretas que pueden poner en vilo a la mafia y a la milicia.
La saga Pecados Placenteros continúa en esta candente nueva entrega, donde la Lascivia da paso a una latente Lujuria, que demuestra que el tiempo no lo cura todo y que los amores nocivos son tan perjudiciales como intensos.
LUJURIA.
AMORES QUE ABRASAN.
Tras soñar durante meses con el mismo chico y no dar con él en la vida real, Violeta lo ve en el aeropuerto. Sin embargo, en este encuentro fugaz entre ambos, sólo puede memorizar la ciudad de destino del chico: Chicago. Ahora, Violeta ya sabe a dónde dirigirse, así que no lo duda ni un momento y se adentra en la que será su mayor aventura.
Para encontrar al amor de su vida, cruzará ciudades desconocidas, hasta sumergirse en la niebla de los mejores clubs de blues y jazz de Chicago, orientada por su intuición y por las pistas que le irá dando su madre a través de las cartas del tarot. Violeta vivirá situaciones sobrenaturales en una ciudad nocturna y llena de música, sabiéndose enamorada de alguien a quien nunca ha tocado.
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Anne, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Anne y sus acompañantes. Anne murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
Después de Los enamoramientos, lee los cuentos completos de Javier Marías, los que él considera «aceptados y aceptables», reunidos por primera vez. Una excelente puerta de entrada a su universo literario.
Uno de los mejores libros de 2012 según La Vanguardia.
«Dado lo poco que he frecuentado el noble arte del cuento en los últimos tiempos, es posible que ya no escriba más y que lo que aquí se ofrece acabe siendo la totalidad aceptada y aceptable de mi contribución al género.»