«Hace poco un amigo me dijo que todavía sueña con la escolanía, con los pasillos por los que nos movíamos. Siempre que me junto con la gente de entonces las conversaciones acaban tratando sobre aquellos años, y así las historias se mantienen frescas. Creo que desde entonces he comido coliflor muy pocas veces. Le cogí manía. ¿Te acuerdas de la cubierta de bechamel? No sabíamos lo que había debajo. Veíamos las bandejas al entrar al comedor y pensábamos que eran canelones, y luego era una decepción cuando nos servían. [...] También me ocurre que hay conocidos de aquel entonces que han seguido trabajando en el mundo de la música, y cuando me topo con ellos empezamos a contar batallitas, y al final hay una red tan grande de recuerdos y anécdotas que uno no sabe dónde acaba aquella época y empieza esta, lo que sea que esté pasando ahora».
Un regalo delicioso para los amantes de los libros y los gatos, por la autora de La elegancia del erizo.
La escritora... ¡qué ser tan misterioso! Sin embargo, si preguntáramos a sus gatos la entenderíamos mucho mejor. A través de las voces de sus aliados gatunos, Muriel Barbery revela el backstage de la creación literaria: cada uno de sus cuatro cartujos tiene su propio carácter pero todos han extendido el amor hacia su dueña hasta el punto de aprender a leer convirtiéndose, en la sombra, en sus asesores literarios.
Un delicioso y delicado relato que rinde homenaje a la poesía de la vida cotidiana, a la filosofía japonesa y al ingenio y el humor mordaz de los gatos, acompañado de las refinadas ilustraciones de Maria Guitart.
La familia no es un buen lugar para guardar un secreto.
Una carretera junto a la frontera de Portugal, junio de 1977. Juan y Rosa, apenas adolescentes, acuden nerviosos a una clínica abortista clandestina, pero un accidente les impedirá llegar a su cita. Casi veinte años después, Rosa y su hijo Iván comienzan el que será el proyecto de su vida, la recuperación de un camping en la Costa Dorada, en el otro extremo de la península. Desde que Iván nació han vivido en diferentes lugares, siempre de forma provisional, siempre solos, huyendo de un pasado que no tardará en alcanzarlos.
Fin de temporada es una novela sobre la fuerza, a veces envenenada, de los lazos de sangre; sobre los secretos familiares que hacen que cada generación se vea abocada a repetir ciertos errores, y sobre el poder transformador de la verdad.
Experto investigador de las estructuras familiares, Ignacio Martínez de Pisón traza personajes memorables y una relación entre madre e hijo extraordinaria en esta conmovedora historia que recorre casi un cuarto de siglo y nos descubre que el pasado no resuelto es una trampa vital aunque intentemos ignorarlo, o precisamente por ello.
Mientras su madre muere de cáncer en una ciudad del norte, la narradora hace el amor con una mujer en un hotel de Barcelona. Tiene un vuelo para visitar a su madre la mañana siguiente, pero ya llegará tarde. Poco después, su amante desaparece de forma brusca y definitiva. Cuando su pareja vuelve de Londres para instalarse con ella en un pequeño apartamento junto al mar, esta intenta ser la calma que sostenga la angustia de un cuerpo que llora a una madre y anhela a una amante.
«Amar es amar siempre después de mi madre. No puedo hablar con mamá, tampoco con Ella. Mi vida se ha suspendido con la interrupción de esas dos conversaciones». La autora retoma ese diálogo en este libro para indagar en las aristas del abandono y el anhelo y tratar de entender a una madre que marcó la vida y las maneras de su hija con su arrolladora forma de amar.
El debut narrativo de la premiada poeta Sara Torres conjuga lirismo y honestidad para navegar el duelo, el amor y el deseo, su búsqueda y su pérdida. El resultado de la travesía es un mapa de las grietas que nos hacen humanos; una invitación a acariciar sin miedo los surcos que nos conforman.
Un mundo en el que los esclavos son los amos y los amos los esclavos.
De la ganadora del Booker por Niña, mujer, otras, una brillante sátira sobre la esclavitud.
Bienvenidos a un mundo al reves. Un buen día, Doris está jugando al escondite con sus hermanas en el prado de detrás de su casa, en Inglaterra. De repente, alguien se abalanza sobre ella, le pone un saco en la cabeza, y Doris termina en la bodega de un barco de esclavos que navega hacia el Nuevo Mundo.
En esta fantástica e imaginativa vuelta de tuerca a la trata transatlántica de esclavos -en la que los blancos son esclavizados por los negros-, Bernardine Evaristo nos invita a reflexionar con una sátira tan asequible y fácil de leer como inteligente y perspicaz. Raíces rubias nos acerca hasta la incomodidad a los grilletes, los lamentos y demás barbaries del esclavismo, planteando preguntas muy oportunas sobre la sociedad de hoy.
El joven Hiram Walker ha crecido en una plantación de esclavos. Cuando su madre fue vendida, le robaron todos sus recuerdos de ella, pero a cambio recibió un don misterioso. Años más tarde, cuando Hiram casi se ahoga en el río, ese mismo poder le salvará la vida. Esta experiencia con la muerte genera en él una necesidad: la de escapar del único hogar que ha conocido. Así comienza un viaje inesperado que le llevará desde la grandeza corrupta de las orgullosas plantaciones de Virginia a las desesperadas células guerrilleras en el desierto, desde el sur profundo hasta los movimientos que luchan por la libertad de los negros en el norte. Incluso mientras se alista en la guerra clandestina entre esclavistas y esclavizados, la determinación de Hiram de rescatar a la familia que dejó atrás perdura.
Esta es la dramática historia de una atrocidad infligida a generaciones de mujeres, hombres y niños —la separación violenta y caprichosa de familias— y la guerra que libraron para simplemente ganarse la vida con las personas que amaban. Escrita por uno de los escritores afroamericanos más relevantes de la actualidad, es una obra que cobra aún más fuerza en los tiempos actuales y que busca devolver la humanidad a aquellos a quienes les fue robada.