Saludar cuando uno llega y despedirse cuando uno se va, pedir las cosas por favor y dar las gracias, pedir perdón, cuidar la higiene, tener buenos modales en la mesa, ceder el asiento en el autobús, ser siempre cortés y puntual... La buena educación no es una misión imposible para los más pequeños y los animalitos de este libro van a demostrarlo.
Enseñar a los niños a compartir empieza por los juegos y los juguetes, la merienda, el paraguas, los lapiceros o un libro. Pero esos primeros pasos deben encaminarse a algo aún más importante para un corazón generoso: compartir todas las cosas especiales que no son materiales, como las ideas, la atención plena, el conocimiento y, sobre todo, el amor.
Este manual para héroes del día a día enseña a superar el miedo y armarse de valor para atreverse a ir solo a la escuela, a descubrir y aprender cosas nuevas o a ir al médico sin temor, pero por encima de todo eso, enseña que el más valiente es siempre el que pide perdón, el que habla sus sentimientos y el que se muestra tal y como es ante los ojos del mundo.
Los encantadores protagonistas de este libro van a enseñar a los niños a asumir responsabilidades domésticas como hacer su cama, ordenar su habitación, poner y quitar la mesa o cuidar a sus hermanos pequeños, y también a aceptar normas de seguridad como los hábitos de higiene y salud, ponerse el cinturón o cruzar con el semáforo en verde.
Un director no será recordado por lo que planeó, sino por lo que logró. Mucho se ha escrito sobre planeación estratégica, pero no sobre la ejecución. Y es que para planear hay una metodología clara, pero la ejecución es fundamentalmente práctica y no existe una receta única; requiere de juicio y disciplina, de saber aplicar el saber prudencial. Ejecutaremos mal si estamos lejos de la acción del día a día, o si no sabemos dar seguimiento a los proyectos, lo cual lleva a no lograr los objetivos. Ejecutar ejecutando desmenuza estos y otros problemas y enseña un cúmulo de herramientas para solucionarlos, con base en la experiencia de los autores, pero también en textos clásicos sobre management y liderazgo.
«Los libros que merecen ser leídos son aquellos que enriquecen nuestra cultura y satisfacen la curiosidad intelectual. El libro de Daniel García-Pita cumple ambas funciones con grandeza y una claridad admirables. Incluso para quien no esté familiarizado con el mundo jurídico, resultará interesante y placentero seguir el pensamiento del autor, que además aporta su agudo sentido del humor y, en ocasiones, una fina ironía. Es, en todo caso, un libro que resultará especialmente útil para los abogados en ejercicio. Se trata de una excelente historia del desarrollo de la abogacía, salpicada de anécdotas sorprendentes y casos concretos que evocan momentos históricos de gran relevancia. Prepárese, pues, el lector doy fe de ello a satisfacer su curiosidad intelectual, a enriquecer su cultura y, por si fuera poco, a disfrutar de una lectura amena y divertida. Yo se lo garantizo.