Durante el siglo XX, las controversias sobre el funcionalismo en arquitectura oscilaron entre los polos de los hechos y los valores, y la tendencia moderna a ponderar los hechos sobre los valores fue muy polémica desde el principio. La premisa que ha motivado este libro es la desaparición del término «función» en los discursos arquitectónicos actuales y su caída en el desprestigio. En su lugar, preferimos hablar de performance, traducible como «comportamiento», «desempeño» o «rendimiento». Sin embargo, performance se ha vuelto un término tan polisémico, ambiguo y polémico como lo fue el término «función» en la modernidad: es un significante vacío que debe repensarse junto a su contraparte crítica, la «representación», que es vista hoy con la más alta suspicacia.
No cabe duda alguna de que la publicación de la Crítica de la razón pura constituye un punto de inflexión en la historia del pensamiento filosófico. Los nuevos planteamientos que ofrece la obra de Immanuel Kant conformaron toda una revolución para la filosofía en general y para la metafísica en particular. Sin embargo, hay una serie de cuestiones que Kant no trató en profundidad en su obra magna, tales como la historia de la filosofía, la supervivencia del alma tras la muerte o el principio de razón suficiente, entre muchas otras. Es importante recordar que Immanuel Kant era, ante todo, profesor. Por ello, todos esos temas fueron tratados, de una u otra manera, a lo largo de las clases que dio en la Universidad de Königsberg. Concretamente, los apuntes tomados por sus alumnos, tales como J. W. Volckmann o K. C. Mrongovius (cuyas notas se recogen en este libro), constituyen una interesante ampliación de algunos de aquellos temas que Kant, aun estudiándolos a lo largo de aquellos años, no trató en profundidad en la Crítica de la razón pura.
En 1870, el enfado de Cézanne (1839-1906) ante los sucesivos rechazos del Salon parisino a su trabajo acabó en advertencia: «Reirá mejor quien ría el último». Tomó dos guías seguros, Hércules y Moisés. Y buscó sin desaliento dotar a su arte de una base ética y conseguir «la lógica de las sensaciones organizadas». Arte, ciencia, literatura y filosofía recorren cada momento de su paciente trabajo. Para descifrar su objetivo: «la verdad en pintura». Y para ello diseñó un triple programa: escrúpulos ante las ideas, sinceridad ante uno mismo, sumisión ante el objeto. De modo que en la mente de Cézanne se registró una biblioteca imaginaria en tres volúmenes. El primero contenía la creencia de que tenía un proyecto, un camino, y que bastaba con seguirlo sin desfallecer. El segundo era un ensayo sobre el mundo moderno en el que se declaraba que éste era un lugar desgarrador pero que, sin trascenderlo, todo trabajo era inútil.
Un lugar, pero ¿qué lugar? ¿Un lugar donde han pasado cosas, cosas horribles? ¿Un sitio concreto en el que han borrado y aún borran las huellas, pero que sigue cargado de memoria, una memoria enterrada como enterraron los cuerpos, replegado bajo un suelo allanado? Hace tiempo que Ucrania está llena de esos 'lugares inconvenientes' que molestan a todo el mundo: crímenes del estalinismo, crímenes nazis, crímenes de los nacionalistas, crímenes rusos; en este territorio herido que sólo aspira a algún tipo de paz y normalidad, las masacres no se detienen. Antes de que Rusia invadiese Ucrania, Antoine d'Agata y yo habíamos empezado a recorrer Babyn Yar, el lugar en que en 1941 masacraron a los judíos de Kyiv, y luego a decenas de miles de otras víctimas. La guerra interrumpió nuestro trabajo. No tardamos en retomarlo, de otra manera, en otro lugar, la pequeña ciudad de Bucha, a las afueras de Kyiv, tristemente famosa tras el descubrimiento de las atrocidades allí perpetradas por las fuerzas de ocupación rusas. Otra vez un lugar en el que pasaron cosas, otra vez un lugar donde borran las huellas, cuanto antes mejor. Circulen, circulen.
En Aguafuertes, Jesús del Campo pinta una colorida estampa del Barroco, un tiempo en que el aire olía a pólvora y los mares a especias. Cada una de estas extraordinarias viñetas—de tono costumbrista pero trazadas con la finura del historiador—nos trasladan a una época cuyos afanes y violencias no fueron obstáculo para el erotismo y el amor, y en cuyas batallas e intrigas se intuye la eterna «danza de los mortales en los caminos tramposos de la vida». Campesinos, exploradores, músicos errantes, soldados, comerciantes, espías y nobles de vida ociosa ofrecen en este relato caleidoscópico una imagen de lo humano con todos sus claroscuros.
Cuestiones de Teoría del Conocimiento, resultado de una iniciativa de la Sociedad Española de Filosofía Analítica para la publicación de manuales universitarios, es una puesta al día de los temas centrales de la teoría del conocimiento o epistemología. Sus diversos capítulos, escritos por investigadores en activo, presentan de manera clara y comprensible el "estado de la cuestión" en el tema de la justificación epistémica, las normas epistémicas, el escepticismo, el contenido de la percepción, la verdad relativa, el conocimiento a priori y la perspectiva evolucionista sobre el conocimiento. El libro incluye asímismo una presentación que pone en perspectiva los temas de los diversos capítulos, poniéndolos en relación unos con otros, así como un índice analítico para facilitar su utilización como obra de consulta.