Mas de las cosas que más me sorprenden de la literatura es el tiempo que se toma en descubrir a sus grandes escritores. Quizás porque el ruido de las panderetas que tocan en cada época los vates de falsas estilografías ocupan con demasiada estridencia nuestra vista y nuestro oído. Pero, por suerte, el tiempo es justo y pone cada pieza en la casilla que le corresponde. Y, en el caso de don Tiberio, con estos textos reunidos en un solo volumen, el reloj inexorable de la justicia, que no se atrasa ni un minuto, se ha puesto en la hora exacta.
DAVID PÉREZ
Una comedia lunática, lírica y ferozmente lúcida. Esta pieza única del teatro poético combina sátira, filosofía y música verbal con una gracia rara vez vista en la literatura para jóvenes. Comedia al pie de la luna es un viaje delirante por preguntas eternas, una celebración del lenguaje y una declaración de amor a la imaginación, Teatro dominicano e hispanoamericano en su forma más alta: irreverente, honda, brillante.
Arturo Emilio Ureña, voz narrativa de las letras cibaeñas, natural de San José de las Matas, graduado del Instituto Superior de Agricultura-ISA de Santiago. Graduado de Ingeniero Bioquímico por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en México. Es miembro del Ateneo Insular y miembro de la Liga de Ciudadanos Independientes en Santiago, donde hace vida profesional, cultural y social. En 1997 Editora Alfa y Omega publicó su libro de cuentos Entre el Sueño y la Muerte. En 2004 Editoria Letra Grande publicó su novela El Brazo. En 2013 Editorial Santuario publicó su libro de cuentos El Polvo del Camino y en 2017 su novela En el Mundo de las Cosas Inanimadas.
Un montón de personajes han sido lanzados al mundo de tramas (y de traumas) que un dios terrible ha creado para trastocar sus vidas. Ahora que has llegado él, intentará también trastocar la tuya. No te sorprendas si a partir de hoy empiezas a caminar sobre sapos muertos, O a sentir en la boca ese sabor a margaritas muertas que trae consigo la incómoda belleza de lo permanente. Vas a recibir un tropel de piedras en la cara, y cuando intentes despegarte la noche del alma, el insomnio te conectará con aquellos que, por mera fascinación ante el misterio; compartirán contigo —en cualquier lugar del mundo—su perplejidad, una sensación de dique roto, de torrente sin piedad. Será mejor que sospeches del instante en que despiertas, y que establezcas algún protocolo de autenticación antes de abrir los ojos; porque una de esas madrugadas en que vuelvas del sueño, sin saber cómo ni por qué, podría no ser más que una estafa del destino, un desliz de quien, en ese momento, te esté señando.