Cuando estamos en medio de la fiesta y han cortado el pastel, en lo más alto, pienso en que este momento no va a durarnos nada. Mientras el anfitrión reparte platos de una tarta grandísima, yo me detengo. Y miro a cada niño, a cada padre, y me veo a mí: nos veo, papá, nos veo. Me detengo a pensar en que hace un rato estábamos soplando tranquilos a las velas y ya nadie se acuerda, supongo que era esto el carpe diem. Otra parte de mí, como un desdoblamiento, me insiste en agarrar mi trozo de tarta y no pensar, entonces cojo la cuchara y muerdo un pedazo y cuando me doy cuenta han pasado diez años y escribo este poema.
El abuelo ha muerto y Ana regresa a su hogar después de diez años de ausencia. De lo que fue el pueblo de su infancia, apenas queda ya nada reconocible. La casa familiar ha quedado aislada entre los ranchos vacíos, y no tardarán en venderse todos los terrenos de cultivo. Volver supone el reencuentro con su madre y su abuela, y también la recomposición de una relación rota. En el proceso de venta de la granja, Ana revive la historia del pueblo y su propio pasado, y se enfrentará a recuerdos con los que debe construir su nueva vida. Durante esos días, la abuela, que anda un poco perdida, le pide ayuda y le confiesa un secreto. Cuando nadie nos nombre es una novela profunda, con una atmósfera y un compás propios, sobre aquellas cosas que olvidamos durante unos años y tiempo después afloran y nos interpelan. Luciana Sousa escribe con palabras que son imágenes y sensaciones y que dan vida a una historia familiar marcada por los silencios.
La Semana Santa es el telón de fondo para el «duelo al sol» entre dos personajes con poderosos demonios interiores: una sargento de la Guardia Civil y un oficial estadounidense, veterano de la guerra de Afganistán.
Marzo de 2016. Morón de la Frontera. La vida de un apacible pueblo de la Sierra Sur de Sevilla cambia para siempre durante las celebraciones de Semana Santa. En diferentes procesiones, las cuadrillas de costaleros sufren extraños ataques de pánico, delirios y desfallecimientos que llenan de estupor a la población. Por si fuera poco, la desaparición de Álex, un niño de siete años, al día siguiente de encontrarse el cadáver de un misterioso vecino de la localidad, complica aún más la situación. Aunque todo parece indicar que los incidentes están relacionados, las motivaciones no están claras, y aún menos cuando se descubre que gran parte de los sucesos podrían estar vinculados con la base militar norteamericana de Morón.
Tiernos y con un aire de diario íntimo, estos poemas son sinceros, vulnerables y apasionados. El lector también profundizará en las diversas facetas de Baez: la niña, la madre, la música, e incluso la fóbica y la soñadora…» Sophie Auster
«Su legado es haber sido un vehículo para la protesta social, un consuelo y un rayo de esperanza para la gente.» Patt Smith
«Joan Baez es una mujer de espíritu firme, con un alma verdaderamente independiente. Nadie podía decirle lo que tenía que hacer, hacía lo que quería. Aprendí muchas cosas de ella. Jamás podría devolverle su amor y entrega.» Bob Dylan
«Un icono estadounidense que echa la vista atrás y recupera su historia.» Vanity Fair
«Poderoso y revelador.» The Boston Globe
Aunque Joan Baez lleva décadas escribiendo poesía, nunca la había compartido públicamente. Poemas sobre su vida y su pasión por el arte se habían acumulado en cuadernos y trozos de papel. Ahora comparte, por primera vez, algunas de las experiencias vitales más importantes que dieron forma a un icono, y ofrece una mirada inédita a los recuerdos y reflexiones de una gran artista.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
En estos cuatro relatos de crimen y misterio, Tanizaki se sirve de su prosa sutil y su sentido estético para crear una atmósfera de tensión, intriga, ambigüedad e incluso erotismo. Guiando al lector por lugares oscuros, en ocasiones sofocantes, en los que será testigo de cómo los secretos y las pasiones pueden llevar a la destrucción de los protagonistas de estos relatos, Tanizaki nos recuerda que, más allá de resolver un crimen, el verdadero enigma se encuentra en las motivaciones y deseos ocultos que llevan a sus personajes a enfrentarse a lo prohibido. Un joven artista visita a un detective para que lo ayude a discernir si ha cometido un crimen o es todo producto de su mente delirante; la charla casual de un oficinista con un detective conducirá al primero por un camino imprevisto; un caso de robo en una residencia de estudiantes donde las apariencias pueden engañar; un escritor ayuda a su amigo a resolver un supuesto crimen, lo cual tendrá consecuencias totalmente inesperadas.