Un hombre es humillado por su patrón; su hijo quisiera humillarlo más. El hijo del Presidente se rebela contra su padre, pero depende de su protección. Una mujer, por amor, sufre el sadismo de su marido. Un comandante debe escoger cuál de sus dos hijos morirá. Un cura esconde a su hija en una aldea. Todas las familias felices es la polifonía narrativa de los ramales conflictivos del México contemporáneo y, por extensión del mundo.
Raymond Carver alcanzó el éxito gracias a un puñado de volúmenes de relatos publicados en los últimos doce años de su vida. Su carrera fue breve debido a su temprana muerte. Sin embargo, su obra posee una intensidad sin parangón y ha dejado una huella indeleble; su influencia se ha extendido por todo el mundo. Fue, junto con Richard Ford y Tobias Wolff, el máximo exponente de lo que se bautizó como «realismo sucio». En sus cuentos, lacónicos, precisos, de una contenida intensidad emocional, transforma la vida en literatura siguiendo la estela de Hemingway y sobre todo de Chéjov, su gran maestro. De él aprendió a retratar con profunda humanidad a esos seres desamparados y desolados, golpeados por la vida, a los que convierte en héroes cotidianos: parejas al borde de la disolución, hijos que tratan de comunicarse con sus padres, alcohólicos en busca de una segunda oportunidad, parados, gente corriente de la América más profunda y real. Sus cuentos forman una elusiva y fragmentaria «gran novela americana». Y es que en Carver está la esencia de la verdadera América ?doméstica, desquiciada, perpleja-, y sobre todo la esencia del alma humana retratada a través de una mirada que rechaza cualquier exceso sentimental, pero que, guiada por un depurado estilo, nos hiere directamente en el corazón como sólo es capaz de hacer la gran literatura.
Todos los fuegos del fuego (1966) ofrece ocho muestras rotundas de la plenitud creadora que alcanzan los cuentos de Cortázar. Desde la exasperada metáfora de las relaciones humanas que es «La autopista del sur» hasta la maestría de «El otro cielo», Cortázar vuelve a abrir nuevos caminos con relatos que son referencia obligada para sus lectores y para los amantes del cuento en general. Una fiesta de inteligencia, de pasión y genio.
Don José es el único nombre que aparece en las páginas de este libro. Es un hombre solo, un simple escribiente, que tiene una afición secreta: recortar y coleccionar noticias sobre personas famosas, desde un obispo hasta una actriz, completando sus fichas con documentos del Registro Civil, donde trabaja. Cuando, por azar, entre las dichas de los famosos se traspapela el registro de una mujer anónima, Don José se obsesiona y comienza a buscar a la «mujer desconocida». Todo los nombres es, a todas luces, una novela psicológica, en la que el autor traza un perfecto retrato del funcionario y, a la vez, una crítica irónica a la burocracia.
Tokio blues. Norwegian Wood: Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe escucha una vieja canción de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los años sesenta. Recuerda entonces con melancolía a la misteriosa Naoko, la novia de su mejor amigo de la adolescencia. El suicidio de éste les distanció durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación íntima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en su vida lleva a Toru a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. Haruki Murakami nació en Kioto en 1949. Autor de culto y con grandes ventas, es el escritor japonés de mayor prestigio, tanto en su país como en el exterior, y ha recibido premios como el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Frank O'Connor y el Franz Kafka. Tusquets Editores ha publicado sus títulos Crónica del pájaro que da cuerda al mundo; Sputnik, mi amor; Al sur de la frontera, al oeste del Sol, y Kafka en la orilla. Con Tokio blues, Murakami mereció el reconocimiento en el mundo entero.
«La espada llameante dejó a su paso largas estelas de fuego... el acero cantó contra el acero»
Arrasados por la guerra, los Siete Reinos pronto sufrirán el larguísimo invierno que se predice como inusitadamente crudo. Y mientras empeoran la violencia y el clima, los personajes entrañables e infames que ya conocemos continúan debatiéndose entre feroces batallas y perversas intrigas palaciegas: Joffrey, el cruel rey adolescente, hace de las suyas ante el asombro de los propios miembros de su clan, los Lannister; Robb Stark, rey de Invernalia, ha ganado todos sus combates, pero está perdiendo la guerra; Daenerys, la princesa de los tres dragones, ya está al frente de un ejército de mercenarios para cumplir su destino: recuperar el reino del cual fue despojada. Pero otra fuerza armada, con la que nadie contaba, surge desde más allá del Muro de Hielo: se trata de los Otros, un ejército sobrenatural de muertos vivientes, cuyos cuerpos inertes no podrán ser detenidos.
Esta es Tormenta de espadas, la tercera entrega de Canción de hielo y fuego que, además de enriquecer el universo imaginario de la saga, pone a prueba a todos sus personajes principales. Algunos pierden pero otros, como el autor mismo, se robustecen.