Una noche de ópera, Soledad contrata a un gigoló para que la acompañe a la función y así poder dar celos a un examante. Pero un suceso violento e imprevisto lo complica todo y marca el inicio de una relación inquietante, volcánica y tal vez peligrosa. Ella tiene sesenta años; el gigoló, treinta y dos.Desde el humor, pero también desde la rabia y la desesperación de quien se rebela contra los estragos del tiempo, el relato de la vida de Soledad se entreteje con las historias de los escritores malditos de la exposición que está organizando para la Biblioteca Nacional.
Considerada la obra más madura de Lorca, La casa de Bernarda Alba cierra la llamada trilogía de la tragedia -formada también por Bodas de sangre y Yerma-. Su carácter realista y la opresión en el pecho que se siente ante la represión de unas mujeres atrapadas en un frío infierno de luto, celos, silencio y sueños truncados se ha interpretado como un presagio de los oscuros tiempos que se avecinaban y en los que el propio Lorca se convertiría en una víctima prematura.No obstante, la presente edición contrapone este texto tan magnífico como terrible a Los sueños de mi prima Aurelia, una comedia inacabada inspirada en la infancia del poeta y dramaturgo, que nos demuestra que no había abandonado la ironía y el sentido del humor.
Una catedral construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval es el escenario de una apasionante historia de intriga, violencia y pasión. Siglo XIV. La ciudad de Barcelona se encuentra en su momento de mayor prosperidad; ha crecido hacia la Ribera, el humilde barrio de los pescadores, cuyos habitantes deciden construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo mariano jamás conocido: Santa María de la Mar. Una construcción que avanza paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre. El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la catedral de la mar, que le lleva de la miseria del fugitivo a la nobleza y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia de sus pares, quienes urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición... La catedral del mar es una trama en la que se entrecruzan lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social. Todo ello convierte a esta obra no sólo en una novela absorbente, sino también en la más fascinante y ambiciosa recreación de las luces y las sombras de la época feudal.
Una pequeña alfarería, regentada por una familia que comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo, frente a un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa. Así, La caverna habla de un modo de vivir que cada vez es menos nuestro: todos los días se extinguen especies, hay oficios que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener hablantes, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios. Saramago despliega su visión del mundo actual a la vez que nos alerta: no cambiaremos de vida si no cambiamos la vida.
Pocas obras producen tan plena sensación de encontrarse ante lo que, en los aledaños de lo absoluto, puede llegar a ser la verdadera literatura. Del análisis de la sexualidad y el deseo a la trágica aceptación del destino, de la formación del carácter individual a la conciencia, Faulkner ofrece un relato a tres voces que afecta a por igual a las peripecias de la trama y a esos rasgos de estilo identificadores de actitudes y personajes que constituyen uno de sus mayores logros. El autor sigue el desarrollo de la historia de los Snopes a través de V.K. Ratliff, vendedor de máquinas de coser aparecido ya en Sartoris y Mientras agonizo; su amigo Gavin, en buena medida contrapunto del buen juicio del anterior, y Charles Mallison, encarnación de la esperanza en las virtudes de un nuevo Sur.
Un sacerdote francés, un joven médico norteamericano, una enfermera de Assam y un ex campesino indio que se gana la vida tirando de un rickshaw se encuentran un día bajo las cataratas del monzón y se instalan en el alucinante decorado de un barrio de Calcuta para cuidar, ayudar, salvar. Condenados a ser héroes, pelearán, lucharán y vencerán en medio de las inundaciones, las ratas, los escorpiones, los eunucos, los dioses, las fiestas y las setenta mil «luces del mundo» que pueblan La Ciudad de la Alegría. Su epopeya es un canto de amor y fraternidad; un reportaje desgarrador sobre la capacidad del ser humano de superar el sufrimiento, la miseria y la desgracia, que sigue más vigente que nunca en el veinticinco aniversario de su publicación.