Un grupo de jóvenes estudiantes se organiza en una peculiar pandilla en defensa de los animales. Entre todos idean maneras e inventan instrumentos para proteger y defender especies en peligro; en este caso, para rescatar a un león amenazado de muerte.
¿Qué harías si, de repente, pudieras viajar en el tiempo? Pues aprovecharlo para aprobar el examen de historia, ¡está claro! Hugo se distrae incluso con el sonido de las manecillas del reloj. De hecho, pasa tanto tiempo en la inopia que parece un pelín bobo. Y el hecho de que haya suspendido ya tres veces el mismo control no ayuda, que digamos. Así que cuando lo castigan a la Sala de Estudio, ese sitio adonde solo van los peores de los peores, sabe que no puede quejarse. Pero lo que no se espera es toparse allí con Gala, la chica más friki del cole, una obsesa de la robótica y un genio de la programación, discutiendo con el nuevo profe con pinta de pringao.Y todavía se espera menos verse involucrado en la batalla campal que han liado por culpa de un aparatejo con una pinta muy rara que Gala acaba de construir.Pero lo que seguro seguro que no espera es que ese robot les mande a los tres a la Edad Media...¡Que alguien arregle a ese robot!
¿Puede todo un tiranosaurio ser vegetariano, bueno y sensible? ¡Que dirían en el Cretácico si se enterasen! Bueno, nadie es perfecto, pero a Rogelio le importan mucho las apariencias, así que lo disimula muy bien... ¡hasta que ocurre un imprevisto! Menos mal que siempre hay un grupito de insectos dispuestos a ayudar. Y, bueno, tampoco son perfectos, tan pequeños y ceceando... ¡hasta que dan con la solución!
Dime, mamá, ¿cómo es el color rojo? Mmm, bueno..., el rojo es... Legendario y poderoso como una criatura mitológica. Plumado y llamativo como los músicos de la selva... Una evocadora y poetica colección de libros que nos hará sentir los colores como nunca antes: con todos los sentidos. Una pieza de arte gestada desde ambos lados del espectro artístico; el de Marta Ardite, como gestora e historiadora del arte, y el de Mariona Cabassa, como artista. Una obra con el reconocible y colorido estilo de Cabassa.
Rojo y azul, dos tonos fabulosos para llamar la risa y la nostalgia. Dos muñecos de fieltro asentados en nuestros corazones, compañeros perfectos de un tiempo en el que mundo era inmenso y confuso, y acababa en los ojos de Mamá. Rojo y Azul, testigos de los primeros dientes, pasitos y palabras. Guardianes desvelados en las noches de miedo, cálidos talismanes contra las pesadillas, los villanos de la imaginación y el frío que anidaba, sin permiso, en el pecho. Rojo y Azul, dos criaturas rellenas de ternura, eternamente listas para las aventuras, los dibujos, la simpática ceremonia del té y el asombroso carrusel de alegrías de una infancia feliz. Esta, que a aquí te cuento, es su historia, y a su vez, la historia de la niña que tanto los amó. ¿Nos acompañas a jugar con ellos?