En este cuarto volumen de La Comedia humana penúltimo del subciclo Escenas de la vida privada, Balzac, el genio demónico - como lo definió Zweig - y desbordante de la letras francesas, nos sigue diseccionando la sociedad de su tiempo con un genio tocado por lo trágico en las novelas que componen este volumen, entre las que destacan El Coronel Chabert y Beatriz. Componen el volumen Beatriz, El Coronel Chabert, Honorina, La interdicción y Una hija de Eva. Aquí volvemos a reencontrarnos a sus personajes, obsesiones, sueños y anhelos. Balzac, en su intento de resucitar todas las artes y las ciencias anteriores y coetáneas a él, vuelve a deslumbrarnos con su prosa, su frenética escritura y un psicoanálisis de la sociedad de su tiempo. Balzac nos sigue encandilando con su legado, porque no hay detalle que pase desapercibido a su excesiva inteligencia, a sus alucinaciones imaginarias mientras escribe atado a su mesa, o con el recuerdo aún fresco de algún que otro negocio fallido. Es un gran moralista aun sin pretenderlo, el maestro indiscutible del arte de novelar la vida e inmortalizarla.
A lo largo de veinte años, Balzac escribió dieciséis horas diarias. El resultado de este esfuerzo titánico se materializó en la escritura de noventa y cinco novelas. En sólo tres años escribió más de veinte, alentado por su relación amorosa con la condesa polaca Eveline Hanska. Entre ellas figuran tres de las cuatro que se incluyen en este volumen, dentro de la serie Escenas de la vida de provincia: El ilustre Gaudissart (1832), Eugénie Grandet (1834) y La musa de la provincia, que comenzó a escribir en 1832 y revisó en 1837, año de su publicación. En 1841 publicó Ursule Mirouët.
La dama de las camelias es una de las novelas más populares de todos los tiempos. Adaptada al teatro y al cine innumerables veces, inspiró incluso una de las óperas más celebradas del XIX: La Traviata, de Giuseppe Verdi. La obra cuenta la imposible historia de amor entre Armand Duval, un apuesto joven de alta alcurnia, y Marguerite Gautier, una bella y angélica cortesana. Juntos tratan de desafiar las rígidas convenciones sociales de su tiempo, entre el esplendor y la hipocresía del París de 1840.Frente a esta espléndida edición se halla el estudio introductorio de la escritora y crítica literaria Ariadna Castellarnau, que analiza los prejuicios y contradicciones a los que se enfrentaba la mujer del siglo XIX. Asimismo, presenta la cuidada traducción de Noemí Sobregués.
La dama de las camelias es una de las novelas más populares de todos los tiempos. Adaptada al teatro y al cine innumerables veces, inspiró incluso una de las óperas más celebradas del XIX: La Tramata, de GiuseppeVerdi.
La obra cuenta la imposible historia de amor entre Armand Duval, un apuesto joven de alta alcurnia, y Marguerite Gautier, una bella y angélica cortesana. Juntos tratan de desafiar las rígidas convenciones sociales de su tiempo, entre el esplendor y la hipocresía del París de 1840. Novela romántica por antonomasia. La dama de las camelias, que presentamos ahora en una nueva traducción, mantiene intacta la capacidad de seducción que la ha hecho ingresar en el imaginario común.
Julio César es el romano más famoso de todos los tiempos. Su vida política se ha convertido en modelo de imperialismo, tiranía y dictadura, pero también ha sido admirado personalmente por su audacia, valentía, liderazgo, buena estrella y dotes de gran estadista. Pero, por encima de todo, César fue un líder romano de carne y hueso que vivió y actuó en un tiempo de estructuras sociales, económicas y políticas muy diferentes de nuestro mundo occidental. Julio César y su" Guerra de las Galias" representan en cierto modo la voz de Roma, de su misión y de su destino, que consistía en imponer un orden de unidad en la lengua y en la política. Escrita en el latín más puro y elegante de todos los tiempos, debajo de la aparente sencillez de su estilo hay una cuidadosa elaboración de su técnica narrativa en el léxico, en la sintaxis y en el tempo narrativo. No es casualidad que esta obra haya atraído tanto durante tantos años.