La segunda parte de las famosas antologías de Hitchcock.
Con relatos de Shirley Jackson, Roald Dahl, Patricia Highsmith, Muriel Spark y muchos más.
Confío en que hayas estado debidamente ocupado desde la última vez que nos vimos. Mi tío Albert, desempleado de profesión, solía decirme que las manos ociosas conducen a la travesura. Así pues, por mi parte, he dedicado este ínterin a preparar una nueva colección con la que deleitar a los lectores. [...] Por tanto, si así lo deseas, asegúrate de haber cerrado bien la puerta, dale otra vuelta a la llave por si acaso y pasa la página para empezar a leer.
Conmovedores y profundos, estos relatos cuentan historias humanamente cercanas y geográficamente remotas: historias de mujeres que sufren lejos de su país de origen, historias de emigrantes que se encuentran a sí mismos en América, la tierra prometida.
Chimamanda Ngozi Adichie, autora nigeriana, sabe hablar de África alejándose de los titulares manidos sobre ese continente, pero sin dejar de lado la historia de su país.
Es una escritora interesada en cómo los asuntos públicos afectan a los individuos, interesada en analizar desde la ficción el choque entre la modernidad y la tradición, las expectativas familiares y los sueños de las nuevas generaciones.
Una divertida comedia romántica en la que veremos que nuestros miedos y nuestras inseguridades, en ocasiones, pueden complicarnos demasiado la vida.
¿Qué harías si a tu mejor amiga la deja su novio por otra «amiga»? Yo solo concibo una idea, una que tiene voz propia y que retumba sin cesar en mi cabeza: ¡venganza!
Y así es como comienza todo. No es que se me haya ocurrido una idea de lo más absurda, no, no, para nada. Tampoco es que me hayan pillado cometiendo el delito. Ni por asomo ha sido de esa forma. Negaré haber estado en esa granja, haber robado esa sustancia cuyo nombre no quieres saber, y, por supuesto, nunca admitiré que me haya pillado un poli… ¡Y qué poli!
Puede que sí reconozca que ese chico (¡ese chico!) me tiene loca; bueno, tú ya me entiendes, ¿no? Y tampoco creo que esté mal que os adelante que llevo toda la vida pillada por él. Ah, y que es el mejor amigo de mi hermano. Y que mi hermano es, bueno…, es como es.
Me llamo Becca y soy especialista en meterme en líos, vestirme de plátano, asaltar granjas, y me van los amores imposibles. Con estos precedentes, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Que él también se enamore de mí? ¿Que yo acabe en la cárcel? ¿Que me coma una vaca? O quizá… quizá pueda suceder de todo.
En un tranquilo barrio residencial de Nueva York, un barrio de calles arboladas y acogedoras familias, algunos hogares han recibido una nota anónima:
«Me resulta muy difícil escribir esta carta. Espero que no nos odie. Hace poco mi hijo entró en su casa cuando usted estaba fuera...»
Un chico ha estado curioseando en las viviendas y en los ordenadores de sus dueños. ¿Quién es y qué ha descubierto? Mientras los rumores empiezan a circular y las sospechas aumentan, una mujer aparece asesinada y la tensión llega a un punto insostenible.
¿Están relacionados estos hechos? ¿Quién sabe más de lo que deja entrever? ¿Y hasta dónde están dispuestos a llegar estos simpáticos y apacibles vecinos para proteger sus secretos?
Sophie Winston se enfrenta a todo un reto: organizar la boda de su hermana. Hannah es lo que en Estados Unidos se conoce como una Bridezilla, una novia perfeccionista que no va a permitir que nada ni nadie enturbie el día más feliz de su vida: ni su novio, Craig Beacham, que no le cae bien a nadie y es un auténtico impresentable, ni la sucesión de asesinatos e incidentes que comienzan a pro-ducirse desde que una desconocida aparece ahorcada en la pérgola instalada en el jardín para la ocasión. ¿Estará el asesino sentado del lado del novio o de la novia? ¿O estará de pie en el altar? Sophie debe resolver el asesinato a tiempo para evitar que su hermana cometa el mayor (y tal vez el útlimo) error de su vida.
En su columna semanal en el diario "Heraldo de Aragón", Irene Vallejo ofrece una original muestra de este género periodístico mediante la cual ilumina el fragor cotidiano y la trepidante complejidad del presente con la luz de los clásicos de la tradición europea y, sobre todo, de la antigüedad grecolatina. Como indica el título de esta recopilación de sus columnas, alguien habló de nosotros hace decenas, centenares de años, milenios, y la autora nos enseña que todavía es posible dialogar con el pasado y encontrar apoyo en este rico sedimento de historia, pensamiento y cultura, acumulado durante siglos. Ahora que el estudio de las humanidades está quedando orillado en los planes educativos, resulta más necesario que nunca dejar constancia de que ya Safo, Platón o Spinoza reflexionaron sobre los temas que nos preocupan. En una época dominada por los titulares instantáneos, el vértigo y la prisa, este libro nos habla con la lúcida lentitud de la distancia y el tiempo reposado. Asomándose al pasado, Irene Vallejo proyecta una nueva mirada sobre este mundo cada vez más incierto, confuso y laberíntico, y lo hace con voz precisa y lírica, que tiene la rara cualidad de dirigirse directamente a la experiencia e intimidad de cada lector.