Capturar a un escurridizo jefe indio, fugado a una tierra salvaje y sin ley, es casi una misión suicida que recuerda a la mítica película La venganza de Ulzana.
«Cuando comencé a escribir westerns también trabajaba como redactor publicitario, haciendo anuncios para Chevrolet. Tenía una familia que alimentar así que me levantaba a las 5 de la mañana y trabajaba dos horas antes de ir al trabajo. Hice cinco libros y treinta cuentos de esa manera.» Así refiere Elmore Leonard (1925-2013), nacido en Detroit y considerado por muchos críticos el más grande autor de novela policiaca, sus comienzos como escritor.
En la colección Frontera han aparecido hasta el momento tres volúmenes con obras de Elmore Leonard: las novelas Hombre y Que viene Valdez en uno, y los relatos western completos en otros dos, El tren de las 3:10 a Yuma y otros relatos del Oeste y Los cautivos y otros relatos del Oeste.
Los cazarrecompensas (1953), primera novela de Leonard, comienza cuando un joven e inexperto oficial de caballería, R.D. Bowers, y un explorador curtido en la contienda contra los apaches, Dave Flynn, son enviados a una misión casi suicida más allá de la frontera con México, atrapar al caudillo apache Soldado Viejo y traerlo a territorio estadounidense. Rastrear a un indio rebelde y escurridizo a través del infierno sofocante de una tierra salvaje y sin ley, guarida de apaches y cazadores de cabelleras blancos, es un reto de alto riesgo en el que un cazador puede acabar convertido en presa. Al poco de iniciada la búsqueda, los perseguidores se topan con una escena dantesca: tres carros quemados y los cadáveres de sus ocupantes con la cabellera arrancada... pero los demás rastros no apuntan al modus operandi de los indios.
Chesterton destacó en todos los géneros literarios, especialmente en el menos convencional y menos cerrado, (tal como convenía a su peculiarísima personalidad humana y artística), es decir, en el artículo periodístico. Porque el siempre polémico y polemista Chesterton fue sobre todo, durante toda su vida, un periodista, es decir un hombre curioso y apasionado para quien no había asunto que no pudiera o no debiera ser tema de discusión («no hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse» es una de sus frases o, lo que es casi lo mismo, de sus paradojas). Ahora que lo pienso, inédito hasta ahora entre nosotros, en su inicial edición inglesa de 1930 tuvo el título de Come to Think of It. A Book of Essays y es una buena muestra de esa universal curiosidad presente siempre en Chesterton y de su originalísima, peleona y buenhumorada visión del mundo. Con este nuevo título llegamos al número dieciocho de los libros de ensayos de Chesterton publicados en Renacimiento y Espuela de Plata.
Además de haber publicado cuentos, novelas, poemas y ensayos, Gilbert Keith Chesterton también escribió teatro. Lo hizo a instancias de su buen amigo George Bernard Shaw, quien, después de insistirle mucho, logró convencerlo de que tenía algo que aportar al teatro inglés. En este volumen de Teatro completo se reúnen las únicas cuatro obras teatrales que Chesterton escribió: Magia (1913), El juicio del Dr. Johnson (1927), La sorpresa (1932), y el sainete navideño El pavo y el pavor (1930). En todas ellas se desarrollan de formas inesperadas algunas de las características fundamentales de su obra, como son su estilo paradójico, su antitradicionalismo acérrimo, su liberalismo radical y su capacidad de asombro. Sin duda, ningún género mejor que el del teatro para encarnar el espíritu de un autor que creía que tanto más contradictorias son las cosas cuanto más nos acercamos a la verdad. «Necesario, divertido, estimulante, a ratos perturbador y a ratos una pura majadería, este libro no solo completa el rompecabezas literario que representa G. K. Chesterton, sino que abruma con chispazos e ideas que atañen a la más inmediata actualidad política y religiosa. Increíble incluso para ser Chesterton». Jordi Gracia