Occidente desencadenó en su revolución industrial la impresionante energía del vapor y el carbón y, al hacerlo, cambió el mundo para siempre. Fábricas, ferrocarriles y barcos de guerra provocaron que Occidente se hiciera con el poder en el siglo xix y el desarrollo de los ordenadores y las armas nucleares en el siglo xx garantizaron su supremacía global. Ahora, al inicio del siglo xxi, a muchos preocupa que el ascenso económico de China e India signifique el fin del dominio de Occidente. Para saber por qué manda Occidente y si seguirá mandando en el futuro, debemos estudiar el pasado.
Entre 1906 y 1907, William James (1842-1910) pronunció una serie de conferencias que darían lugar a Pragmatismo, manifiesto para una filosofía del futuro, más práctica y humana, centrada en la cotidianidad del hombre, que provocaría grandes críticas entre mentalidades racionalistas pero también enorme entusiasmo entre filósofos vitalsitas como Bergson. Heredero del espíritu empirista y utilitarista pero abierto a interpretaciones prácticas de la metafísica y la religión, James reexaminó en esta obra no sólo algunos de los problemas perennes de la filosofía, sino también los desafíos que el evolucionismo y la ciencia moderna planteaban a las viejas concepciones de lo humano y lo divino, la verdad y la libertad. Escrito a caballo entre dos mundos, un pasado puritano que no acababa de morir y un futuro modernista que empezaba a nacer, Pragmatismo es un texto sumamente interesante para entender el papel de la filosofía en tiempos convulsos.
¿Cómo se negocia el presupuesto de la Unión Europea (UE)? ¿Quiénes son los actores claves? ¿Qué preferencias tienen los Estados miembros? Esta obra analiza el complejo proceso de la negociación del Marco Financiero Plurianual 2014-2020, una de las negociaciones más destacadas de los últimos años que se llevó a cabo en un contexto marcado por la profunda crisis económica de la UE. El debate entre austeridad presupuestaria e inversiones públicas para el crecimiento y la creación de empleo, se materializó también en las negociaciones del presupuesto comunitario. Unos actores demandaron congelar el gasto mientras que otros aspiraban a que el presupuesto de la UE pudiera convertirse en un instrumento para paliar los efectos de la crisis. La publicación no es solo un análisis de estas negociaciones sino que también pretende ser una aportación al debate actual sobre la reforma del presupuesto de la UE.