Hemos llamado a esta obra Libro de estilo de la Justicia, pero no servirá exclusivamente a quienes ejercen las funciones constitucionales de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Como los problemas de uso de la lengua con que se enfrentan los legisladores y las Administraciones públicas no son muy diferentes, el Libro de estilo de la Justicia se ha propuesta ser útil a todos los operadores jurídicos, cualquiera que sea el poder del Estado al que pertenezcan o con el que se relacionen. Una buena parte del Libro está dedicada a advertir sobre los malos usos y equivocaciones corrientes en la organización de los párrafos, la utilización del género, el número, los latinismos, el régimen de las concordancias, o sobre cómo evitar los errores de construcción o anacolutos.
profeta, maestro, guru y amigo fue Tony de Mello para muchos hombres y mujeres que en cinco continentes escucharon sus charlas y leyeron sus libros. Unos conocían una faceta de él, otros otra. El propio Tony cambiaba constantemente sus puntos de vista, y siguió ensanchando los horizantes de su alma hasta el momento de su muerte.