La desgraciada situación actual del servicio público de la Administración de Justicia y del rango constitucional del llamado Poder Judicial fue analizada minuciosamente por Alejandro Nieto en un libro implacable aparecido en esta misma Editorial con el significativo titulo de El desgobierno judicial (2005). Las tesis sostenidas por el autor fueron aceptadas por algunos jueces y políticos y rechazadas airadamente por otros. Pero con el tiempo los hechos se han encargado de poner las cosas en su lugar. A lo largo de 2009 se produjeron unos insólitos movimientos entre los jueces que culminaron en dos huelgas y en el cese de un ministro de Justicia. De ello se ocupó la prensa con gran atención, aunque cuando al parecer se llegó a un acuerdo desapareció de pronto el interés informativo. ¿Qué es lo que pasó realmente? ¿Ha habido efectivamente un acuerdo o el conflicto se ha cerrado en falso? Alejandro Nieto retoma la cuestión en el presente libro y con la autoridad que le dan sus ensayos anteriores examina ahora cómo las huelgas fueron fruto de un generalizado malestar de los jueces y éste, a su vez, una consecuencia inevitable del desgobierno judicial previo. Después de describir el papel que han jugado los protagonistas del conflicto (ministerio de Justicia, Consejo General del Poder Judicial, Asociaciones de jueces y los propios jueces) llega a la conclusión de que la historia no ha hecho más que empezar puesto que falta por abordar el aspecto más importante y del que dependen todos los demás, a saber: el modelo judicial que quieren los jueces y necesitan los españoles.
El ensayo titulado El malestar en la cultura, en el que Sigmund Freud (1856-1939) sentó que nuestra especie ha pagado por el progreso el elevado precio de sacrificar la vida instintiva y reprimir la espontaneidad, es, como señala Carlos Gómez en la introducción al mismo que enriquece esta nueva edición, uno de los ensayos con más amplias repercusiones en el pensamiento del siglo XX. Completan el volumen otros trabajos fundamentales, como son «Sobre la conquista del fuego», «Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte» y los seis ensayos destinados a ser publicados bajo el rótulo genérico «Metapsicología», entre los que se halla el célebre «La aflicción y la melancolía».
La historia de pederastia en la Iglesia que nadie quiso escuchar
A los dieciséis años, Miguel Hurtado se apuntó al grupo de scouts de Monserrat por recomendación de una amiga de su madre. Miguel, que acababa de empezar a aceptar su homosexualidad y que lidiaba, día a día, con los eslabones oxidados de una familia disfuncional, se apoyó en esos momentos tan delicados en el germà Andreu, el monje de sesenta años que había fundado el grupo scout, un hombre querido y respetado por la comunidad. Creyéndose a salvo en Monserrat, Miguel confesó al germà su identidad sexual y este, bajo el pretexto de «ayudarle a curarse», abusó sexualmente de él.