En el año 2015, las circunstancias obligaron a Eduardo Bravo a ingresar en el universo precario y acalambrado del periodismo freelance. Acuciado por el ritmo vertiginoso de la profesión y la propia naturaleza del oficio, a lo largo del lustro siguiente tuvo que escribir más de mil artículos —cerca de cinco por semana—, muchos de los cuales aparecieron en algunas de las cabeceras más prestigiosas del país. El presente volumen recoge una selecta muestra de esa amplísima y notable producción, y ofrece al lector la oportunidad de conocer a una de las voces más refrescantes y atractivas del panorama periodístico actual.
Los textos de Bravo comparten un mismo estilo —sobrio, elegante, medido—,una misma sensibilidad y, sobre todo, un mismo territorio sentimental y conceptual: el siglo XX, de cuyos márgenes, fisuras, grietas, pliegues y dobleces el autor ha conseguido trazar un mapa apasionante y cautivador. Por las páginas de estas «historias raras» circula toda una galería de personajes excesivos, geniales, lamentables, crueles y depravados: desde el Dioni hasta Ceaucescu, pasando por el humorista Lenny Bruce, la terrorista Ulrike Meinhof, el general Perón o el director de cine Russ Meyer. El ejemplo de sus vidas y las extravagantes peripecias que vivieron sirven para iluminar la cara oculta de ese periodo histórico al que dijimos adiós con la caída del Muro de Berlín.
Cuando uno estudia geografía, los países parecen concretos, sólidos y perfectamente ubicados. Pero, cuando uno hace zoom en el mapa, empiezan a aparecer fenómenos extraños:
Un pueblo con mil fronteras
Dos continentes separados por una cuerda azul
Una casa rural que invadió Portugal al ampliar la cocina
Un monte donde no pueden entrar mujeres (ni catalanes).
Hannah Arendt escribió en Los orígenes del totalitarismo que Eric Voegelin es autor del mejor relato existente del pensamiento racial. Voegelin, a su vez, elogió en estas conferencias sobre Hitler y los alemanes el ensayo de Arendt Eichmann en Jerusalén. A ambos pensadores les une el afán de comprender las causas últimas del nacionalsocialismo y la idea de que el régimen nazi no habría triunfado ni se hubiera podido sostener sin la colaboración de muchos alemanes de a pie, o si estos hubieran resistido al nazismo.
Cuando en 1964, de regreso en Alemania tras su exilio en Estados Unidos, Voegelin decide abordar públicamente estas cuestiones, la opinión dominante consideraba que las culpas habían sido expiadas con la derrota y la ocupación. Ante la tibieza de las autoridades hacia los partidarios confesos del nazismo, muchos preferían el olvido. Frente a esta situación de degradación moral, Voegelin no solo se opuso a la posibilidad de superar el pasado, sino que denunció la sutil y persistente complicidad de sus contemporáneos con el nacionalsocialismo.
Aparte de sus agudos análisis sobre el «descenso al abismo» de las Iglesias o de la judicatura durante el nazismo, estas conferencias constituyen una especie de terapia. Voegelin aplica nociones centrales de su pensamiento sobre el gnosticismo occidental, el «analfabetismo espiritual» o el orden de una comunidad humana abierta a la trascendencia. Por su tono y su contenido, sus intervenciones recuerdan a las famosas conferencias sobre el político y el científico de Max Weber, a cuya grandeza rinden homenaje.
Esta es una obra maestra de uno de nuestros mejores historiadores.
Este libro sobre Hitler y Stalin –la culminación de treinta años de trabajo— examina a los dos líderes durante la segunda guerra mundial, cuando Alemania y la Unión Soviética libraron la mayor y más sangrienta guerra de la historia, y nos muestra que, aunque la creación del Holocausto por parte de Hitler sigue siendo un crimen incomparable, vistos con perspectiva ambos tenían en común que estaban preparados para crear un sufrimiento inimaginable para construir las utopías que querían.
Utilizando testimonios inéditos y sorprendentes de soldados del Ejército Rojo y de la Wehrmacht, de civiles que sufrieron durante el conflicto y de personas que conocieron personalmente a ambos hombres, Laurence Rees –probablemente el historiador que ha conocido a más alemanes y rusos que trabajaron directamente para Hitler y Stalin— pone en tela de juicio ideas erróneas que durante mucho tiempo se han mantenido sobre dos de las figuras más importantes de la historia. Esta es una obra maestra de uno de nuestros mejores historiadores.
La monumental biografía doble que sitúa los orígenes, la personalidad, la carrera y el legado de Adolf Hitler junto a los de Iósiv Stalin, su implacable antagonista y espejo moral.
Si hubiera que personalizar el siglo XX en dos individuos, sin duda estos serían Stalin y Hitler. Siguiendo la pauta de Plutarco, el insigne historiador británico Alan Bullock escribió una magna obra sobre ambos personajes que se ha convertido en un clásico contemporáneo y que ahora se rescata para el lector del siglo XXI.
Bullock no solo nos relata en detalle sus vidas, sino que destaca los enigmáticos paralelismos de sus trayectorias, y concluye que la clave para entender ambas personalidades es la misma. Su escritura ha sido ampliamente elogiada por el magnífico equilibrio entre la profundidad de los análisis y la visión de conjunto de unos personajes históricos que marcaron la época que les tocó vivir.
Nuestra historia más remota bajo una luz absolutamente innovadora, que descubre cómo se organizaban nuestros ancestros y responde a una pregunta clave: ¿existió el comunismo en la prehistoria de la península Ibérica?
La historia de las personas anónimas que construyeron las milenarias piedras de los dólmenes de la península Ibérica no se ha contado aún. Fueron hombres y mujeres sorprendente-
mente parecidos a nosotros, y las nuevas técnicas de la arqueología actual nos permiten recuperar por primera vez las fascinantes sutilezas de su vida social y política.
En Hoces de piedra, martillos de bronce, el arqueólogo Rodrigo Villalobos nos sumerge en un pionero viaje a la prehistoria ibérica. Contemplaremos nuestra historia más remota bajo una
luz absolutamente innovadora y descubriremos las formas en que nuestros ancestros organizaron su existencia. Ya fuera en sociedades comunalistas democráticas o bien bajo el yugo de auténticas aristocracias guerreras que se erigieron como gobernantes de los primeros Estados arcaicos, nuestros antepasados protagonizaron una historia apasionante, en la que los episodios de trabajo cooperativo y apoyo mutuo convivieron con situaciones de explotación, opresión y dominación.
Hoces de piedra, martillos de bronce es una novedosa e imprescindible visión del pasado prehistórico de España.