Durante siglos, el oro blanco ha fascinado a emperadores, alquimistas, filósofos, artesanos y coleccionistas: todos ellos querían descubrir la receta de esa sustancia tan preciada. La búsqueda de la porcelana es el punto de partida que utiliza Edmund de Waal para viajar a lugares tan dispares como China o Inglaterra con compañeros tan insólitos como un príncipe Médici, un monje jesuita o un cuáquero del siglo XVIII. Un libro especial, una joya, un relato sobre la historia de una obsesión en el que De Waal recupera la belleza y el espíritu de La liebre con ojos de ámbar.
Ésta es la historia del siglo XX a través de su música, desde la Viena de antes de la Primera Guerra Mundial hasta el París de los años 20; desde la Alemania de Hitler o la Rusia de Stalin al Nueva York de los años 60. Transportando a los lectores por el laberinto del sonido moderno, Alex Ross nos descubre las conexiones entre los acontecimientos más importantes y los compositores más influyentes, hombres que se rebelaron contra el culto al pasado clásico, lucharon contra la indiferencia del gran público y desafiaron a dictadores.
¿Habría que estudiar el clima para entender también la crisis mundial actual?
Revoluciones, sequías, hambrunas, invasiones, guerras, regicidios... Los desastres que se sucedieron en la segunda mitad del siglo xvii no sólo no tenían precedentes, sino que se propagaron por el globo de una forma atroz. La crisis mundial se extendió desde Inglaterra hasta Japón, desde el Imperio ruso hasta el África subsahariana. El continente americano tampoco escapó a las turbulencias.
El prestigioso historiador Geoffrey Parker ha investigado en archivos del mundo entero (cita alrededor de 2.500 fuentes) y nos muestra aquí unos 700 testimonios de hombres y mujeres que contaron en primera persona lo que vieron y sufrieron durante una crisis política, económica y social que se prolongó desde 1618 hasta los años ochenta del siglo xvii. El autor también ha recogido una enorme cantidad de datos científicos sobre las condiciones climáticas en esa época, y su análisis de estos archivos «naturales» y «humanos» cambia por completo nuestro entendimiento de lo que hasta ahora se había dado en llamar la Crisis General.
«La 'Revolución Cultural', que de revolucionario sólo tuvo el nombre, y de cultural el pretexto táctico inicial, fue una lucha por el poder que se entabló en la cúspide entre un puñado de individuos, [...] Para el pueblo, el maoismo puro significa la sustitución de las legitimas exigencias materiales, intelectuales y sensibles de la naturaleza humana por una mística política austera y fanática, la imposición de un estado permanente de movilización casi militar, la destrucción implacable de todos los valores tradicionales, una desoladora existencia monótona, el establecimiento de un desierto cultural, una universal beatería, y una aridez y un aburrimiento interrumpidos solamente por explosiones periódicas de violencia y de activismo histérico».
La antigua Roma y su civilización han ejercido a lo largo de los siglos una importante influencia en la conformación de la cultura europea y occidental—desde instituciones y regímenes políticos hasta manifestaciones artísticas y distintas formas de entretenimiento—y hoy sigue teniendo un peso decisivo tanto en los ámbitos eruditos y canónicos como en los más populares. Así, si los estudios de Tradición Clásica se han desarrollado en torno a obras y autores vinculados a la“alta cultura”y a su influjo posterior como“modelos venerables”, solo más recientemente una nueva disciplina, la Recepción Clásica, se ha ocupado de las diversas reinterpretaciones y apropiaciones del acervo clásico, reflejo de los intereses e inquietudes cambiantes de las sociedades, y por ello a menudo con finalidades muy distintas a las que tuvieron en el momento de su creación.
La Oficina Federal de Investigación estadounidense se fundó hace un siglo y en pocos años se convirtió en un servicio de inteligencia a disposición de las necesidades políticas de los presidentes republicanos y demócratas y de sus gobiernos. Durante cerca de cincuenta años, bajo la dirección de J. Edgar Hoover, la agencia actuó con total impunidad y cometió tremendos abusos de poder en nombre de la libertad, la democracia y la justicia. Arrestos y detenciones ilegales, escuchas, robos, espionaje, todo estaba permitido para luchar contra los enemigos del Estado. Basándose en setenta mil documentos recientemente desclasificados, cientos de entrevistas y materiales no disponibles hasta el momento, el autor desvela datos sorprendentes, desacredita viejos mitos sobre el FBI y cuestiona las técnicas de vigilancia que violan las libertades individuales en pro de la seguridad nacional.