El arte del siglo XX ha afectado profundamente a las categorías de la estética idealista, que, sin embargo, se propone como marco teórico adecuado para la comprensión del arte actual. Este libro de Peter Bu¨rger aborda su crítica en el horizonte de la situación creada por el arte actual y en el análisis de los límites de las críticas realizadas por Theodor Adorno, Walter Benjamin y Hans-Georg Gadamer.
para conseguir fines que ella no ha dictado, provenientes de instancias de otra naturaleza? ¿O bien puede proponer por su parte a la voluntad del hombre, enteramente franca de ajenos intereses, objetivos de índole originalmente racional?.
Para responder, Kant escribió esta 'Crítica de la razón práctica' a finales del siglo XVIII, donde examina el uso práctico de la razón humana.
Junto al uso servil, empírico y meramente instrumental de la razón práctica, Kant descubre, de forma analítica, el uso puro e incondicionado, al que considera como el propiamente moral. Del primero proceden las recomendaciones que pretenden hacer al hombre feliz; del segundo, las exigencias que podrían hacer al hombre bueno. Uno y otro vienen a converger en el viejo ideal del bien supremo, cuya presunta imposibilidad discute Kant en la parte dialéctica de la obra.
Diálogo que relata las últimas horas de la vida de Sócrates, viniendo a ser el eslabón entre la "Apología" y el "Fedón" (ambos publicados en esta colección), el "Critón", si bien es uno de los diálogos platónicos más breves, es también un pequeño diamante literario y filosófico que refleja la grandeza ética del personaje, contribuyendo a fortalecer su leyenda. De naturaleza muy distinta es "El político", diálogo que gira en torno a quién debe ser el gobernante de la polis, que contiene aspectos esenciales del método y el pensamiento platónicos y resulta un modelo acabado de lo que según Platón debía ser el método para obtener la verdad a través de la argumentación filosófica.
Cruor es el libro de Nancy que da cuenta del entre. ¿Cómo nos relacionamos? Cada cuerpo se extiende hacia otro y a la vez hacia sí mismo en una pulsión. Esta manera de entender la comunicación como vida que surge naturalmente de una pulsión lleva a Nancy a una inteligente crítica de nuestra sociedad actual. Ahora mismo vivimos en un régimen de explotación de nosotros mismos y de los otros que no permite la extensión, o la expansión del ser. Con este libro continuamos nuestras publicaciones de Jean-Luc Nancy. El anterior, La frágil piel del mundo también trataba sobre la imposibilidad de comunicación. El miedo ha reemplazado a la esperanza: el miedo a ser sacrifi cados, nosotros y quienes nos siguen, por una máquina que tritura no sólo las fuerzas, sino las referencias, las marcas o las huellas del sentido de existir. El miedo, por tanto, no ya a la muerte violenta, sino a una muerte inoculada en las venas de una vida controlada.
Los aforismos incluidos en estos Cuadernos redactados en París, y decantados durante los años en que José María Ridao ha residido en Nueva Delhi, despliegan una visión del mundo marcada por la ironía, a medio camino entre las evidencias racionales que desmienten creencias forjadas por la tradición y una intuición casi poética que revela nuevas y sorprendentes dimensiones de la realidad. Las ideas más comunes acerca de la filosofía, la historia, la libertad, el arte, la literatura, el periodismo o la política son revisitadas en una obra que, pese al carácter fragmentario que exige el género, mantiene un ritmo constante y una sugerente unidad de fondo.
Desde muy joven, Blondel recogía notas personales a modo de diario. Muchas de ellas se perdieron, siendo la primera que se conserva de 1881, cuando apenas contaba 19 años. Valor especial tienen los cuadernos que escribió desde el 24 de noviembre de 1883 hasta el 6 de noviembre de 1894, con 33 años recién cumplidos.
En estos cuadernos íntimos se levanta acta de una sociedad con la que el joven Blondel desea dialogar para superar malentendidos y buscar la verdad compartida. Pero sobre todo el lector va a conocer de primera mano una vida haciéndose, donde las circunstancias y los sentimientos personales, las creencias y las lecturas, las certezas filosóficas, los interrogantes y los hallazgos reflejan la complejidad de su personalidad y descubren las bases donde se asienta La acción (1893), obra que revolucionó el panorama de la filosofía francesa e influyó en la occidental a lo largo del siglo XX.
Nada tan prodigioso como asistir al nacimiento de un intento coherente de comprender el mundo, preguntarse por la propia existencia y relacionarse con Dios. Porque no otra cosa son estas páginas, donde la brillantez del intelectual se encarna en mil detalles que conforman una vida. De hecho, ninguna teoría que se precie puede desligarse de su creador sin quitarle, hasta vulgarizarla, ese hálito de vida que la hace única, palpitante y fecunda para las futuras generaciones de lectores.