Lilian Verner-Bonds, autora y clarividente, conocida internacionalmente por los practicantes de la magia. Explica la rica herencia asociada con el arte de la adivinación y le muestra cómo interpretar su propio futuro y el de sus amigos. Una guía de más de 40 métodos de adivinación abarca desde la familiar & astrología, del tarot, hasta los más inusuales, incluyendo la cefaloomancia (lectura del cráneo) y la lectura de hojas de té. Comience por comprender las verdades que nuestros propios cuerpos nos dicen a través de métodos tales como el dibujo psíquico y la onirología (el estudio de los sueños), y luego pase a contar fortunas de la naturaleza (incluidos los presagios y el augurio), leer objetos (adivinación del péndulo y gritos) y revelaciones del azar (runas, el I Ching, lanzar dados).
Todos los buscadores espirituales se esfuerzan por alcanzar estados elevados de conciencia, de iluminación, de liberación y de unificación con el Fundamento divino de la Realidad. La cábala no aspira a menos: es una vía para alcanzar una conexión personal con la Deidad a través de sus diversos rostros de manifestación; pero la meta del cabalista no es solamente ascender al cielo, sino ascender para descender, manifestando en la tierra su divinidad intrínseca, trasmutando su cotidianidad en un éxtasis continuo, e iluminando y sirviendo a nuestro entorno mediante la sanación y la guía para la resolución de problemas, contribuyendo con ello a la realización del tikun olam, la rectificación del mundo según el Plan Divino. En este libro se dan los instrumentos para ello. Manual de recursos cabalísticos es un libro fundamentalmente de práctica cabalística. Pretende ayudar a conseguir todos los objetivos espirituales del individuo, entre los que también se incluyen los llamados objetivos materiales. No hay dicotomías ni dualismos artificiales y aboga por una concepción integral del ser humano.
En las profundidades del desierto de Egipto fue enterrado un evangelio, tan antiguo y auténtico como cualquiera de los evangelios que recoge la biblia cristiana. En el siglo IV un edicto anunció que todas sus copias debían ser destruidas. Afortunadamente, algunos monjes rebeldes fueron lo suficientemente sabios como para negarse, y gracias a su desobediencia y coraje espiritual hoy tenemos varios manuscritos del único evangelio escrito por una mujer: El Evangelio de María Magdalena
El Evangelio de María revela un amor radical que reside en el corazón de la historia cristiana. En su evangelio se afirma que no somos pecadores; que no debemos sentirnos avergonzados ni indignos de ser humanos. De hecho, nuestro propósito es ser plenamente humanos, ser ‘un verdadero ser humano’. Y esto significa reconocer que sí, que nuestro ego es confuso y tiene límites. Sin embargo, nuestra alma es ilimitada.
Nos encontramos ante una obra exhaustivamente documentada que profundiza sobre el ser humano y la realidad que lo rodea desde los campos de la física, la psicología, la psiquiatría y la química, para responder a nuestras preguntas fundamentales: ¿qué es la realidad?, ¿de dónde venimos? y ¿hacia dónde vamos? Adentrándose en estas áreas del conocimiento, el libro plantea respuestas, abre nuevas incógnitas y dibuja caminos a seguir para resolver esos interrogantes.
Cuando escribí la primera edición de este libro tenía muy poco conocimiento acerca de la misión que le corresponde desempeñar a los Ángeles Celestiales con todos los seres humanos. Recuerdo que en cada experiencia positiva usaba deliberadamente la palabra “Ángel”, pero sin una conciencia clara del significado tan profundo que tiene esta palabra. Para explicarme mejor expondré un ejemplo sencillo. Cuando algo se me resolvía rápida y fácilmente a través de la ayuda de otra persona, yo decía: “Gracias a un Ángel que me ayudó”. De esta manera, cada vez que necesitaba “una mano amiga” decía: “Dios mío, por favor, mándame un Ángel, necesito encontrar un Ángel en este lugar”.
Otras veces perdía algo y de igual manera decía: “Necesito un Ángel que me ayude a encontrar lo que he perdido”. Así, sucesivamente, la palabra Ángel fue ocupando gran parte de mi diario vivir. Igualmente, si trataba a una persona buena, pensaba: “Esa persona es un Ángel o tiene algo de Ángel”. Poco a poco comencé a interesarme más seriamente en los Ángeles.