AYUNAR PARA SANAR. UNA GUIA PARA MUJERES

Cómo mejorar tu autoimagen desde dentro. Muchas personas, sin padecer un defecto físico grave, no se sienten a gusto con su propio cuerpo, y ven el medio más razonable de terminar con su malestar en opciones tramposamente obvias: dietas, tratamientos cosméticos, gimnasios, peluquerías o centros clínicos de cirugía estética. El presente libro analiza de manera profunda este fenómeno y expone claramente cómo para sentirse bien con uno mismo es fundamental mejorar la autoestima desde un punto de vista psicológico y emocional. Al proporcionarnos herramientas para cambiar nuestra imagen interior, lograremos algo que los muchos recursos comerciales jamás lograrán: que nos sintamos bien en nuestra piel.

Hace unos 5.000 años que la humanidad comenzó a practicar la meditación en busca de la paz interior y la felicidad, pero hoy es más necesario que nunca. En un mundo demasiado rápido, pletórico de estímulos, pero al mismo tiempo con cierto vacío existencial, es esencial encontrar un lugar libre de distracciones, en el que focalizar la atención sin interrupciones hacia nuestra respiración.

La práctica del shinrin-yoku o el «baño de bosque» es un tipo de desconexión de lo cotidiano para reducir el estrés basada en el contacto con la naturaleza como terapia psicológica. Y es que los seres humanos, aunque hayamos alcanzado un alto nivel de tecnificación, nunca hemos dejado de ser animales pertenecientes a la naturaleza y, por tanto, nos produce un gran bienestar interno pasear en un entorno natural. No importa si vives en mitad de una gran ciudad, si la casa es un pequeño apartamento o si tus días son una sucesión de horas de trabajo. y obligaciones diversas, porque puedes aprender a buscar oasis de tiempo en espacios naturales y a interiorizar técnicas japonesas con las que redescubrir la belleza a través de la observación, la reflexión y la perfecta combinación naturaleza-bienestar.

La doctora Shefali Tsabary explica que nuestros hijos solo pueden convertirse en adultos conscientes si nosotros, como padres, procuramos elevarnos a un estado superior de consciencia. Cambiando por completo la idea tradicional de crianza de los hijos, la doctora Tsabary aleja el epicentro de la clásica relación padres-hijos basada en que los primeros «lo saben todo» y lo lleva a una relación mutua en la que los padres también aprenden de los hijos. Este innovador estilo parental reconoce la capacidad de los hijos para provocar una profunda búsqueda interior, lo que origina una transformación en los padres: en vez de ser simples receptores del legado psicológico y espiritual de sus progenitores, los hijos obran como «facilitadores» de su desarrollo. Ahora el centro de atención reside en la afinidad recíproca y la asociación espiritual del viaje padres-hijos.