A su veintiuno, a Calla nunca la han besado, ni ha visto el mar, ni ha pisado un parque de atracciones, pero sí ha pasado por cosas que le han dejado cicatrices que oculta a todo el mundo.
La seguridad que Calla ha construido a su alrededor desaparece cuando descubre que su madre le ha robado el dinero que tenía para pagarse los estudios y, además, ha contraído una deuda enorme con su tarjeta de crédito. Calla tiene que volver a la pequeña ciudad que creía haber dejado atrás para solucionarlo, pero cuando llega al bar de Mona en su lugar se encuentra a Jackson James, también conocido como Jax.
Atractivo e intenso, Jax decide que Calla es asunto suyo desde el instante en que la ve, por lo que le da trabajo y se propone ayudarla a buscar a Mona. Y aunque él parece ser el único capaz de traspasar sus barreras, Calla deberá hacer frente al dolor del pasado y a los peligrosos asuntos pendientes de su madre antes de dejar que Jax se acerque más a ella. Sin embargo, el peligro no va a alejar a Jax de Calla…, sino, más bien, todo lo contrario.