George Charles Roche III publicó en 1971 un libro susceptible de descubrirnos la personalidad de su protagonista más allá del papel que desempeñó como figura fundamental del movimiento librecambista y defensor y propagandista de los principios liberales.
En Frédéric Bastiat: Un hombre único, además de explicarse la vida y la obra del personaje en el marco de la historia política y de las ideas sociales y económicas de la Francia de la época, se presenta al personaje como un defensor de los derechos de la gente de la calle, que es la que más sufre los efectos de las políticas erróneas de los gobiernos.
Por ello la educación de la población fue siempre para él una cuestión fundamental, que relacionaba con el funcionamiento mismo del sistema democrático, en el que , en principio, el gobierno y la ley están sometidos a la voluntad popular: pero sabemos que, en muchos casos, lo que defienden las leyes son intereses particulares de determinados grupos, a costa de los derechos e intereses de otros.