Una mala racha. Así es como podría llamarse a lo que está viviendo Sookie. Primero, su compañero de trabajo es asesinado y a nadie parece importarle. Luego se encuentra cara a cara con una criatura sobrenatural y casi muere en el ataque. Afortunadamente los vampiros le salvaron la vida, así que cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento: les debe un favor.
Se supone que el trabajo es fácil: debe entrevistar a ciertos humanos involucrados en la desaparición. Solo hay una condición, los vampiros deben prometer comportarse y dejar que los humanos salgan ilesos. Más fácil decirlo que hacerlo. Todo lo que se necesita es un pequeño error para que las cosas se vuelvan mortales...