Vanessa Murphy no es una víctima. Y cuando se entera de que Harrison Boyd ha enviado un vídeo íntimo suyo a todo el instituto, decide que va a devolverle el golpe. Para su sorpresa, Kai, el enigmático chico nuevo, le ofrece ayuda en esta venganza. Vanessa no sabe qué gana él con eso, pero le da igual.
Unidos por el resentimiento, Vanessa y Kai inician una relación en la que ambos muestran sus dos caras: aquella que ve todo el mundo pero también la que mantienen oculta, la que les da miedo enseñar. Y será esa cara la que lo cambiará todo entre ellos.