sta obra es el fruto del sostenido interés del autor por los procesos de la creatividad humana, en particular tal como se manifiestan en las artes. Howard Gardner destaca la importancia de explorar el dominio artístico en relación con el lenguaje, y por ello estudia los componentes de la producción y el dominio artísticos desde numerosos puntos de vista: el del niño normal, el niño dotado, el niño con síntomas patológicos, el adulto normal, el adulto con lesión cerebral, el individuo procedente de un contexto cultural distinto y el del artista en la cima de su creatividad. A partir de autores como Cassirer y Langer, Goodman y Chomsky, el resultado es una reacción contra el excesivo énfasis que los psicólogos contemporáneos ponen en el aspecto cognitivo, descuidando la personalidad, las emociones y el contexto cultural en el que necesariamente se desenvuelven los procesos mentales.